El 17 de mayo de este año, el presidente de Argentina Mauricio Macri junto a su homólogo chino Xi Jinping, firmaron un acuerdo comercial para financiar la construcción de dos centrales nucleares. Una de ellas Atucha III, de una capacidad instalada de 745 MW, en la provincia de Buenos Aires. La otra, de 1.150 MW, localizada en el sector de Sierra Grande en Río Negro, en el límite con Chubut, cerca del Golfo de San Matías y la Península Valdés, Patrimonio Mundial Natural UNESCO. Para el caso chileno, a 550 kilómetros del límite con Chile y 600 kilómetros de la región de Aysén.
A la luz de esta ofensiva, en conjunto la Unión de Asambleas Patagónicas (UAP), la Unión de Asambleas de Chubut (UACH) y la Unión de Asambleas del Kurru Leufu (Río Negro), hicieron pública una carta dirigida al Embajador de China en Argentina, Yang Wanming, bajo el título “En la Patagonia NO”.
Desde la Región de Aysén, Reserva de Vida, en la Patagonia Chilena, nos sumamos y adherimos a los planteamientos y oposición de las uniones de asambleas Patagónicas, de Chubut y del Kurru Leufu (Río Negro), en su categórica oposición a la instalación de cualquier tipo de central nuclear en territorio patagónico. Asimismo, en todo lo que se refiere a impedir por los más diversos medios no violentos la concreción de dichas instalaciones.
Rechazamos esta decisión inconsulta, arbitraria e ilegal por parte del gobierno argentino aliado a los intereses imperalistas chinos, lo cual nos afecta como habitantes de un vecino país, tanto en lo ambiental como en lo concerniente a la negativa imagen que se genera, por ser esta fuente de energía sucia, peligrosa y de alto costo.
Rechazamos, también, el circuito completo del uranio, desde la prospección hasta los residuos, por el peligro de radioactividad que perdura por siglos. La advertencia que dejan las catástrofes de Chernobyl y Fukushima debiera tomarse en serio.
La Patagonia no es territorio para ninguna “externalidad” económica y exigimos respeto a sus cualidades y a sus habitantes.
Por último, hacemos un llamado a nuestro gobierno, el gobierno chileno, a no proseguir con acuerdos energéticos con Argentina mientras este país insista en poner en peligro tanto a su población como a quienes vivimos en las cercanías de dicha potencial central nuclear. Esto, considerando que el último estudio de opinión realizado al respecto en nuestro país da cuenta que diversos líderes de opinión, al igual que la sociedad chilena, considera esta tecnología como una “amenaza, evaluándola con un alto riesgo económico, social, político y geográfico”.
COALICIÓN CIUDADANA POR AYSÉN RESERVA DE VIDA
Santiago de chile, 28 de mayo 2017
Crónica Digital