La excandidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos Hillary Clinton consideró que el plan presupuestario del gobernante Donald Trump para el año fiscal 2018 muestra hoy un nivel inimaginable de crueldad.
Según la ex secretaria de Estado, esta administración está montando un ataque contra las necesidades de niños, personas con discapacidades, mujeres y personas mayores.
Clinton hizo tales comentarios durante un discurso anoche en una actividad del Fondo para la Salud Infantil pocas horas después de que el proyecto fue enviado al Congreso.
La pobreza no es ni un crimen, ni un defecto de carácter, estigmatiza a quienes dejan morir a la gente, no a los que luchan por vivir, expresó citando fragmentos de un libro de la escritora Sarah Kendzior.
A finales de marzo pasado, Clinton criticó la propuesta de presupuesto inicial de Trump, específicamente por sus recortes al Departamento de Estado.
Señaló entonces que las disminuciones de fondos a la salud, el desarrollo y la diplomacia serían un golpe contra las mujeres y los niños y un grave error para Estados Unidos.
El plan de Trump apuesta por un rápido crecimiento económico, que algunos analistas consideran improbable, y propone gastos por 4,1 billones de dólares (millones de millones) para el período de 12 meses que comienza en octubre próximo.
Sugiere recortes de 3,6 billones de dólares en 10 años a programas de asistencia social y cobertura médica para ciudadanos de menores recursos.
Con el proyecto, titulado Una nueva fundación para la grandeza americana, se espera que no se afecten los fondos destinados a la seguridad social y al Medicare, un programa de asistencia médica que beneficia a los adultos mayores.
Sin embargo, habría recortes de 800 mil millones de dólares en 10 años al Medicaid, dedicado a la atención sanitaria de personas de bajos recursos.
En tanto, se reduce en más de 190 mil millones de dólares la financiación del
programa de alimentos para familias pobres conocido como SNAP, del cual se favorecieron 44 millones de norteamericanos en 2016.
Asimismo, se rebajarán más de 72 mil millones de dólares a los beneficios por discapacidad de los que dependen millones de estadounidenses, y se eliminarán programas de préstamos estudiantiles que subsidian la educación universitaria para los pobres.
Washington, 24 mayo 2017
Crónica Digital /PL
