Una iniciativa de parlamentarios alemanes para lograr justicia y verdad sobre la tenebrosa Colonia Dignidad en Chile, abrió luces de esperanzas en víctimas y familiares de torturas, crímenes y desapariciones.
El asentamiento de colonos germanos fundado en 1961, se convirtió bajo el liderazgo de Paul Schaefer en centro de detenciones y torturas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Diputados de los Partidos Verde y La Izquierda presentaron un propuesta para eventualmente crear una Comisión Binacional que se ocupe de una vez y por todas afrontar los terribles sucesos ocurridos en Colonia Dignidad.
Es la primera vez que se da un reconocimiento desde Alemania al expediente de la finca donde Schaefer, asumiendo un papel de iluminado de una secta, abusó de menores, violó mujeres y aplicó métodos de torturas con la supervisión directa de Pinochet.
Ahora los integrantes de la Asociación Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad y la Fundación Henrich Böll aguardan por pronunciamientos de la Democracia Crisiana (CDU) y los socialdemócratas (SPD).
Una visita en noviembre pasado de parlamentarios alemanes a Colonia Dignidad junto con el estreno de la película del mismo nombre del realizador Florian Gallenberger, dio un impulso y visibilidad a los sucesos tantas veces denunciados.
En encuentro en la sede la Universidad de Chile, donde su cátedra de Derechos Humanos es parte de las investigaciones, Margarita Romero, presidenta de la Asociación Colonia Dignidad, destacó el paso dado en el país europeo.
El escenario actual insta a la sociedad civil y autoridades gubernamentales, a ser capaces de dialogar con la propuesta alemana y a la vez definir un camino a seguir considerando la participación de las distintas partes involucradas, dijo Romero.
En el mismo sentido se pronunciaron los diputados Tucapel Jiménez y Sergio Aguiló, junto con los abogados de las víctimas alemanas, Winfried Hempel, y de las chilenas, Magdalena Garcés.
Por su parte, Ingrid Wehr, de la Fundación Henrich Böll, consideró que Colonia Dignidad sigue siendo una herida en las relaciones binacionales de Chile y Alemania,
El letrado Winfried Hempel resaltó que por primera vez el Estado alemán se hace cargo de hechos sucedidos fuera del territorio nacional “y eso es muy importante porque ha habido un conflicto de competencias”.
Su colega Magdalena Garcés encomió la oportunidad de que se tomen por fin medidas las cuales “esperamos que cooperen y ayuden a las víctimas y no a los victimarios”.
A su turno, Lorena Fries, subsecretaria de Derechos Humanos del Gobierno, remarcó que en Chile hay mucho por hacer en materia de verdad y de memoria, “no necesariamente de verdad judicial, pero sí de verdad histórica y de memoria”.
Aunque Schaefer fue condenado y falleció en 2010 por una insuficiencia cardíaca, algunos de sus colaboradores permanecen en libertad y con una vida tranquila en Alemania. En Colonia Dignidad se aplicaron métodos experimentales de tortura y participó en tráfico de armas.
Santiago de Chile, 23 de mayo 2017
Crónica Digital /PL