Para llegar a esa hipótesis utilizaron el telescopio ALMA durante el análisis del comportamiento del gas presente en esas explosiones en las regiones más profundas de las galaxias Antena, las dos más cercanas a la Tierra (a unos 72 millones de años luz).
A propósito de ello midieron las emisiones de cinco moléculas orgánicas en la constelación con mayor contenido de gas buscando pruebas de su actividad, y encontraron -como resultado- metanol y ácido isociánico, elementos que forman la emanación galáctica.
En tal sentido apreciaron que ese fluido provoca choques en el núcleo de la colisión, los cuales no son consecuencia del acercamiento de ambas galaxias, sino de la entrada de ese vapor en su interior.
Según los expertos, hasta ahora no había prueba de la presencia de este gas en una región tan profunda como el mismo núcleo de una colisión.
Washington, 3 mayo 2017
Crónica Digital /PL