Todas las personas trabajan en la base con total normalidad, nadie viste trajes especiales, de los necesarios para poder manejar sustancias tóxicas, indicó el vocero de Defensa, mayor general Igor Konashenkov.
La pregunta ahora es quién introdujo, nuevamente, a un presidente estadounidense una información fabricada como supuesta prueba de la existencia de armas químicas en un país incómodo para el país norteño, señaló el portavoz.
Demasiado parecido al polvo blanco mostrado por Colin Powell para justificar una agresión en Iraq en 2003 y el informe ante el Parlamento del entonces primer ministro británico, Anthony Blair, sobre supuestas armas químicas en ese país, consideró.
La única forma de comprobar si en la base aérea se emplearon ese tipo de armas es mediante una inspección de expertos profesionales e independientes como mismo lo hicieron nuestros especialistas en la ciudad siria de Alepo, declaró Konashenkov.
De hecho, los miembros de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas conocen bien que cualquier manipulación o empleo de sustancias tóxicas deja un rastro que se puede detectar semanas y hasta meses después, subrayó.
Para demostrar a la comunidad internacional la presunta existencia de armas químicas en la base siria se requiere una inspección de expertos, declaró el general ruso.
La víspera, el presidente norteamericano, Donald Trump, anunció que lanzaba un ataque contra Al Shairat porque desde allí partieron aviones sirios para atacar con armas químicas la localidad de Jan Sheijon, en la provincia de Idlib. Damasco afirma que de esa instalación solo salieron naves aéreas para destruir una fábrica de bombas caseras, dotadas de sustancias tóxicas que los terroristas empleaban para atentados en Siria e Iraq.
Moscú, 8 de abril 2017
Crónica Digital /PL