El especialista en contaminación ambiental y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Patricio Pérez, explica que el reingreso del proyecto a Contraloría es una muy mala noticia, ya que tiene que ser revisado nuevamente, por lo que podría no aplicarse este año. Afirma que el plan vigente contempla medidas obsoletas, como la restricción a los no catalíticos, y una prohibición insuficiente respecto al uso de la leña para calefacción. “Era importante renovarse ahora”, critica.
Este 2017 se preveía que comenzaría a regir el Plan Santiago Respira, que incluía una serie de medidas para bajar de manera significativa los niveles de contaminación en la capital. Sin embargo, la puesta en marcha de la medida ahora está en duda, porque hace solo unos días el Ministerio de Medio Ambiente tuvo que reingresar la iniciativa con enmiendas a la Contraloría. El titular de la cartera sostuvo que la aprobación del plan iba a “tomar su tiempo” y que, mientras no se vise, seguirá rigiendo el actual plan de descontaminación.
Para el experto en modelos de pronóstico de contaminación ambiental y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Patricio Pérez, esta situación es una muy mala noticia. “Es preocupante que se retrase tanto, porque la norma de material particulado fino (PM 2,5), que es hacia donde apunta el nuevo plan de descontaminación, se estableció en 2012. Llevamos varios años con la norma vigente, por lo que sería bastante conveniente que los planes apuntaran a ese tipo de contaminante”.
El especialista explica que aplicar el plan vigente, “para efectos de disminuir la contaminación, claramente no es muy bueno. Vamos a retrasar un año medidas que apuntan fuertemente a disminuir la contaminación específicamente del material particulado fino, lo que significa postergar la mejoría de la calidad del aire”.
“Se supone que el plan vigente ha tenido un cierto impacto en la descontaminación, pero era importante renovarse ahora. Hay medidas obsoletas, como la restricción a los no catalíticos”, señala el Doctor en Física.
“El número de vehículos no catalíticos en Santiago es bastante mínimo y la aplicación de esta restricción por dígito tiene muy poco impacto, porque afecta a un número muy reducido de vehículos”. Según estimaciones, actualmente se inhibe la circulación de 80 mil vehículos, pero con la nueva norma se podrían alcanzar los 340 mil.
Además, afirma que el nuevo plan contemplaba “la prohibición total de calefacción a leña en Santiago, mientras el plan actual solo prohíbe las de estufas de doble cámara en episodios de alerta y preemergencia”.
“Según mi opinión, la prohibición total de la calefacción a leña es la que debería tener el mayor impacto sobre la calidad del aire de la Región Metropolitana”, lamenta.
“El impacto del nuevo plan debería ser mucho más grande, porque sus medidas apuntan a las fuentes que se saben que están afectando de manera significativa los niveles”, sintetiza.
¿Puede entrar en vigencia el nuevo plan este año?
El especialista manifiesta sus dudas. “Lo curioso es que si se mantiene el plan de descontaminación vigente, que es el de PM 10, tendría que entrar en marcha el 1 de abril. Suponiendo que aun exista la posibilidad de que se apruebe el nuevo plan, habría que suspender el antiguo”.
“No hay muchos antecedentes de la suspensión de un plan en marcha para que entre a aplicar el nuevo”, agrega.
Con todo, enfatiza que “si se puede apurar la revisión de este nuevo plan en la Contraloría, sería lo más conveniente, aunque entrara en vigencia el 1 mayo y se tuviera que suspender la aplicación del otro”.
Santiago de Chile, 29 de marzo 2017
Crónica Digital / usach.cl