En medio de una atmósfera crispada, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, afirmó hoy que los dos militares y los siete civiles bolivianos detenidos “cometieron delitos”.
Bachelet, de forma inusual, compareció ante periodistas para rechazar las declaraciones de las autoridades de Bolivia en el sentido de que se trató de un secuestro.
“Fue en territorio chileno, cometiendo delitos (…), un robo de un camión con productos y la intención de robarse varios camiones más”, precisó la jefa de Estado en el Palacio de La Moneda.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García, denunció en La Paz que dos militares y siete funcionarios bolivianos de la lucha contra el contrabando fueron secuestrados por la Policía chilena, en territorio boliviano.
García calificó el hecho de agresión y exigió “la devolución inmediata de nuestros ciudadanos”.
El asunto ocurre poco antes de que de Bolivia presente sus nuevos alegatos en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para exigir de Chile una salida soberana al océano Pacífico, perdido en una guerra en 1879.
Por otra parte, el Gobierno chileno anunció que su ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, visitará hoy la zona del Silala, cerca de la frontera con Bolivia, cuyas aguas se encuentran en el centro de la demanda que Chile presentó ante La Haya.
Muñoz efectuará un recorrido por el área, en la norteña región de Antofagasta, junto a la agente chilena ante la CIJ, Ximena Fuentes, y otras autoridades, según detalló la cancillería.
En esta otra ácida controversia entre los dos países vecinos, que no tienen relaciones diplomáticas desde 1978, Bolivia sostiene que las aguas del Silala son manantiales desviados artificialmente hacia territorio chileno hace más de 100 años.
Pero Chile asegura que se trata de un proceso natural y, por tal razón, presentó una demanda en la CIJ con el objetivo de que el tribunal declare que el Silala es un río internacional y tiene derecho a usar sus aguas.
Santiago de Chile, 20 de marzo 2017
Crónica Digital /PL