La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo expresó su molestia por la decisión del Gobierno de Buenos Aires de colocar atriles de cementos donde realizan su tradicional ronda hace más de 40 años.
Aunque habían escuchado los rumores, la víspera, como cada jueves, las Madres llegaron al emblemático lugar y se encontraron seis estructuras que sostenían una serie de afiches con la “historia” de la Plaza y tapaban el signo que identifica a estas defensoras de derechos humanos.
“A (Horacio) Rodríguez Larreta (en referencia al Gobernador de la Ciudad) le agarró el berretín de remodelar la Plaza y la remodela ensuciando los pañuelos”, expresó Bonafini.
Los pañuelos de las Madres no se tocan, arriba de cada pañuelo pusieron un monolito que 10 personas no lo podían mover. Pero como vinimos unos cuantos compañeros los arrastramos, los corrimos al borde de la Plaza, narró la presidenta de Madres.
La incansable luchadora por los derechos humanos apuntó que no permitirá que sigan provocando a las Madres.
“La historia no se escribe tapando pañuelos, la historia se escribe llevando a la cárcel a todos los responsables de la desaparición de nuestros hijos”, sostuvo.
Símbolo y emblema, los pañuelos blancos han identificado durante largos años a las Madres en su lucha por la verdad y la justicia de sus hijos desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
Esto viene bravo. A las Madres de la provincia de Mendoza ya les quitaron la Plaza. La cerraron un día. Ya han hecho juicios, marchas alrededor. Quieren mandarlas a otra Plaza, pero no se van a ir. Esto son señales muy fuertes, manifestó Bonafini.
Buenos Aires, 17 de marzo 2017
Crónica Digital /PL