Secuestros calificados (desapariciones) en 1974 de María Alvarado Borgel y Martín Elgueta Pinto, motivaron largas sentencias a 11 represores de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
En total, fueron 11 los militares en el caso dentro de una cacería de brujas, ordenada por Pinochet 1973-1990) contra todos los simpatizantes y miembros de organizaciones de izquierda durante la sanguinaria dictadura.
El juez especial Leopoldo Llanos condenó a Miguel Krassnoff, Basclay Zapata y Risiere del Prado Altez a reclusión carcelaria de 15 años y un día, como autores de los delitos reiterados de secuestro calificado y aplicación de tormentos a Borgel y Pinto.
Igualmente, dictó penas contra César Manríquez Bravo, Nelson Paz Bustamante, José Yévenes y Osvaldo Pulgar a 10 años y un día de presidio, también como autores.
De otro, como autores del secuestro caificado de Elgueta Pinto fueron condenaros los agentes Pedro Espinoza Bravo y Orlando Manzo a siete años de cárcel.
Otro involucrado en el asunto, el agente Sergio Castillo González, recibió cinco años y un día de presidio en calidad de cómplice de ambos secuestros.
Finalmente, Raúl Iturriaga Neumann fue sentenciado a cuatro años de cárcel como cómplice del secuestro de Elgueta Pinto.
María Alvarado Borgel y Martín Elgueta eran militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
La justicia aplicó también una sentencia al Estado de Chile a pagar alrededor de 77 mil dólares) a cada uno de los cinco hermanos de las víctimas.
Santiago de Chile, 28 de febrero 2017
Crónica Digital /PL