El pasado viernes 3 de febrero fue detenido por la Policía de Investigaciones el periodista de nacionalidad italiana Lorenzo Spairini, quien se encontraba becado por la Unión Europea para trabajar en nuestro país, labor que cumplía realizando asesorías comunicacionales a organizaciones sociales y sindicales, reporteando actividades de estas mismas.
El periodista fue arrestado y se le notificó que sería expulsado del país, bajo la acusación de que se encontraba realizando actividades que “propaguen o fomenten de palabra o por escrito o por cualquier otro medio, doctrinas que tiendan a destruir o alterar por la violencia, el orden social del país o su sistema de gobierno”, lo cual es sancionado duramente por la actual ley migratoria chilena, redactada durante Dictadura.
Esta situación se suma a la ocurrida hace tres semanas, donde tres estudiantes peruanos fueron expulsados de nuestro país por participar como invitados de una conferencia sobre la historia del movimiento anarquista.
Sobre la acusación contra Lorenzo no se ha entregado ninguna prueba. Al contrario, como muchos chilenos, el joven periodista italiano participó de manifestaciones legítimas en el contexto de un país democrático, y con su trabajo en ningún momento buscó alterar de forma violenta el orden social o nuestro sistema de gobierno. La medida adoptada, por tanto, da cuenta de que algunas autoridades de nuestro país aún no reconocen a la participación política y la movilización social como una herramienta legítima y un derecho democrático del pueblo.
Como Juventudes Comunistas de Chile declaramos nuestro rechazo a la expulsión arbitraria de Lorenzo Spairini, ya que esta se funda en la aplicación de un Decreto vinculado a las prácticas y políticas represivas de la Dictadura cívico-militar, el cual desde el año 1975 no ha sido revisado. Creemos en este sentido que resulta vergonzoso que luego de más de dos décadas de democracia en nuestro país, se continúe recurriendo a las mismas prácticas, manteniendo resabios de una de las peores épocas de nuestra historia.
Como una juventud que valora profundamente la democracia y los derechos humanos creemos que la aplicación de estas medidas no contribuyen en nada a la seguridad de nuestro país, ni a garantizar el derecho a la libre expresión de cualquier persona. De esta forma exigimos que Lorenzo Spairini sea reintegrado a sus labores dentro del territorio nacional. Además se hace urgente la derogación del Decreto Ley 604 en el marco de una nueva ley migratoria, que entre otras medidas, reconozca derechos sociales y políticos fundamentales a todo ser humano que habite en nuestro territorio.
Creemos que situaciones como estas son un llamado de atención para terminar con estas prácticas que ya resultan insostenibles en cualquier país democrático. Debemos darnos cuenta que aún quedan muchos enclaves de la dictadura en nuestro país que debemos cambiar, por medio de reformas que democraticen la sociedad. Esperamos que como país seamos capaces de dar un debate con altura de miras y que no criminalice a los extranjeros que desarrollan su trabajo vinculado a actividades políticas o con organizaciones sociales en nuestro país.
Santiago de Chile, 8 de febrero 2017
Crónica Digital