Iniciamos el año 2017 en medio de un proceso de fortalecimiento orgánico que busca, como objetivo principal, incrementar la capacidad de acción e incidencia de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile en el debate laboral pero también político.
Representamos una tradición de sindicalismo que trasciende las coyunturas mediáticas y las reivindicaciones corporativas. Somos, en primer lugar, sindicalistas y por tanto nuestra primera y gran tarea es representar los intereses de nuestros asociados, no obstante ello, nos definimos como un sindicalismo de clase que supera concepciones gremialistas y busca articular demandas de mayorías sociales que trascienden lo estrictamente laboral interpelando al país.
Haciéndonos cargo de las resoluciones de nuestro 10° congreso, enero de 2016, presentamos al 11° congreso nacional la actualización de la plataforma de lucha para el período 2017-2020 de la Central Unitaria de Trabajadores, actualización que busca, además, marcar puntos esenciales del debate programático que debe culminar con la elección presidencial y parlamentaria de este año.
I.- Más y mejor sindicalismo en Chile – Autoreforma sindical
a) Fortalecernos en la unidad y en la acción.
El crecimiento debe ser un objetivo de todos y todas. No podremos accionar más y mejor en el debate laboral y nacional si no asumimos como una tarea permanente el crecimiento cuantitativo y cualitativo, eso se debe traducir en esfuerzos concretos que por un lado vayan en apoyo de la constitución de nuevos sindicatos y por otro lado, incorporando a la Central aquellos sindicatos que ya conformados no participan en ninguna multisindical. Avanzar en la unidad sindical debe ser la consigna del período, esfuerzo que no solo debemos reflejar a nivel de sindicatos base, sino también de las estructuras superiores, incluso a nivel de centrales.
Esto debe ser acompañado de una política clara que incorpore a nuevos sectores, los trabajadores/as informales por ejemplo, y a sectores estratégicos de nuestro país como los trabajadores jóvenes y mujeres. También resulta fundamental profundizar el trabajo con los y las trabajadoras migrantes.
Una organización sindical como nuestra Central, no puede abandonar su derecho y responsabilidad primera, que es desarrollar acciones de formación para sus dirigentes y dirigentas, esto resulta fundamental en momentos en que en nuestra sociedad se están implementando incipientes procesos de cambios en ámbitos laborales, económicos y sociales. Reeditar nuestra propuesta de Escuela Nacional Sindical, partiendo por espacios de formación en la implementación de la reforma laboral debe ser el primer paso.
Si queremos que este proceso tenga un efecto multiplicador, es evidente que no basta con el trabajo uno a uno, debemos amplificar nuestras acciones, en ello es clave una agresiva y bien pensada estrategia comunicacional, no podemos invisibilizar lo que somos y todo lo bueno que hacemos, quedando presa de lo que los medios o la opinión publica dicen o colocan, a quienes no les interesa que el sindicalismo y la CUT sean el actor social determinante que está llamado a ser.
II.- Agenda laboral por trabajo decente
a) Derechos colectivos e individuales
Uno de los debates pendientes que nos deja la reforma laboral es avanzar en la plena libertad sindical, es por ello que la demanda por el derecho a negociación ramal o sectorial se levanta como una de las principales demandas del próximo período, demanda que debemos levantar desde todos los espacios y por todas las vías. Ello debe ir acompañado del cumplimiento de compromisos suscritos para este período como el estatuto del temporero y demandas como el fin al subcontrato impropio y la promulgación de la moción parlamentaria sobre indemnización de los trabajadores por obra y faena.
Así mismo debemos darle acompañamiento a la instalación de la reforma laboral, no debemos dudar un segundo en tomar todas las acciones a nuestra disposición para que se cumpla con los trabajadores, así mismo se debe iniciar un proceso de educación y acompañamiento a los sindicatos que van a negociar este año. La instalación del Consejo Superior Laboral como instancia de diálogo social tripartito a nivel nacional, debiera permitirnos gatillar los consejos sectoriales o regionales, la primera piedra de una negociación ramal.
Pero junto con estas demandas, es fundamental que cumplamos como Central con la demanda de miles de trabajadores y trabajadoras en nuestro país que quieren una organización comprometida también con una jornada laboral justa, la revisión de la Jornada de trabajo debe ser una de nuestras banderas para este período. Así también, un punto muy sentido de los trabajadores es el término del artículo 161 y 159 del código del trabajo. Tenemos pendiente además, el desafío de construir de manera efectiva una política salarial que asegure la dignidad del trabajo y el trabajador, garantizando un salario mínimo que le permita a un trabajador y trabajadora superar la pobreza.
b) Derecho a la seguridad y protección de la vida
Debe ser un eje estructural de nuestras batallas para el período 2017-2020 avanzar de manera decidida en la implementación de la política nacional de seguridad y salud en el trabajo. Este debe ser el nuevo marco que oriente todas las políticas particulares, como la reforma a la ley de mutuales, la nueva normativa en trabajo pesado, la de trabajo en altura, reforma a la ley de enfermedades profesionales, ley de gestión de seguridad y salud en el trabajo, así como el reconocimiento e igualdad de trato entre el ISL y las mutuales Uno de nuestros esfuerzos, junto con la implementación de la política de seguridad y salud en el trabajo es la campaña por la ratificación del Estado de Chile de los convenios 155 y 176 de la OIT sobre esta materia.
Es fundamental que podamos generar el trabajo y propuestas para que esta política se convierta en la práctica en un instrumento gatillador de mejoras sustantivas en las condiciones de vida laboral de los trabajadores y trabajadoras chilenos. Es fundamental que, además, constituyamos nuestros propios estudios e investigaciones en esta área, FIEL de conjunto con la secretaria de salud deben asumir el desafío de identificar las principales patologías en los sectores laborales.
Debemos empujar la instalación del derecho a resistencia de los trabajadores en caso de peligro para su integridad física, en términos más claros esto implica el derecho a huelga fuera de la negociación colectiva.
c) Formación para la vida y el trabajo
En el marco de las reformas a distintos niveles del modelo educacional chileno, se está desarrollando algunos aspectos que son relevantes para trabajadores y trabajadoras, el fortalecimiento de la Educación Técnico Profesional, la instalación de CFT Estatales a nivel regional, las necesarias modificaciones al sistema de Capacitación laboral y la profundización del reconocimiento de la experiencia a través de la certificación de competencias, entre otras, resultan relevantes al momento de mejorar la empleabilidad de los trabajadores/as y en definitiva su calidad de vida laboral.
Es preocupación de nuestra Central que en estas temáticas los modelos que presentan gobernanzas tripartitas, son lo que aseguran de mejor manera reformas pertinentes al mundo del trabajo.
Junto con ello, no debemos bajar la guardia en el debate sobre las reformas al sistema de educación escolar y superior, una de las demandas que debemos levantar es la democratización de los diversos espacios educativos, donde la voz de los distintos estamentos sea reconocida.
Ello vinculado a las demandas estructurales por una efectiva desmunicipalización de la educación escolar que signifique la vuelva de los colegios al estado y el fin al sistema de financiamiento vía voucher que implica la subvención. Respecto de la educación superior, cumplir el compromiso de fortalecer el sistema público es la tarea prioritaria.
III.- Nuevo Modelo de desarrollo, más derechos sociales en Chile
a) Avanzar hacia una efectiva política de seguridad social: Nuevo sistema de pensiones
El debate previsional en nuestro país llegó para quedarse, y sabemos que una reforma profunda que supere el actual sistema necesariamente va a superar el tiempo que le queda a este gobierno. Hemos saludado y participado del proceso de movilización que ha permitido poner esta demanda en el centro de las propuestas y sabemos, por los años de lucha contra el sistema de AFP, que ningún esfuerzo será en vano para lograr el objetivo de terminar con el actual sistema previsional.
Como central tenemos bases claras para nuestra propuesta, un sistema basado en el principio de la solidaridad, construido en base a un sistema de reparto, con cotización equivalente de trabajador y empleador para garantizar pensiones justas son los pilares que articulan nuestra propuesta. Sumarnos a todas las instancias y acciones para instalar el sistema de reparto terminando con las AFP debe ser una clara orientación de nuestro trabajo.
Junto con ello, debemos construir una estrategia que se haga cargo de nuestra particularidad, un nuevo sistema de pensiones no puede ir separado del debate sobre una política real de protección social en nuestro país que se haga cargo, además, de las condiciones laborales actuales. Ese es el sello que le aporta nuestra mirada al debate previsional en desarrollo. Debe ser tarea de la secretaría de protección social el recoger todos los insumos y propuestas que hemos construido por años como Central, que nos permita presentar a la brevedad nuestra propuesta como CUT recogiendo el trabajo de años que se ha desarrollado. Junto con esto, debemos ser claros y pronunciarnos sin ambigüedades frente a la polémica sobre el aumento de cotización del 5% del empleador. Nosotros seguiremos demandando que el aporte del empleador sea igual al que hace el trabajador, que estos recursos sean destinados a un sistema de reparto intergeneracional e intrageneracional y que sea recaudado, administrado y pagado por el Estado.
b) Fortalecimiento del sistema de salud público
Fue una resolución clara de nuestro 10° congreso el desplegar todos nuestros esfuerzos y estrategias sindicales para poner en el centro del debate para los próximos años el fortalecimiento del sistema de salud público y nuestro rechazo a la política de concesiones. En esta materia debemos avanzar en la constitución de la secretaría o consejo de salud que nos permita enfrentar con propuesta de los incumbentes este debate por el que claman las mayorías en nuestro país, donde la demanda debe ser por una política universal de salud, que se confronte con el actual sistema de seguro universal.
Respecto del rechazo a la política de concesiones, derogar de la ley 20.010 la posibilidad de concesionar hospitales, demanda que se ha levantado desde las organizaciones de trabajadores de la salud, debe ser una tarea a asumir.
Una temática que también debemos incorporar en línea con nuestra apuesta a fortalecer el sistema público de salud, es terminar con el negocio de la salud en manos de las isapres. Es clave que en esta materia repongamos en el periodo que viene, la reforma al sistema de isapres que estaba comprometido y que no se cumplió.
c) Nuevo modelo de Desarrollo Sostenible
El desarrollo sostenible es aquel que se define en tres áreas: ecológico, económico y social, el resultado es un modelo que tiene como principal diferencia un crecimiento con limites, que no es compatible con el modelo de desarrollo depredador y rentista de nuestro país. La definición más conocida de desarrollo sostenible es el “desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”.
Existen cuatro dimensiones del Desarrollo Sostenible: la sociedad, el medio ambiente, la cultura y la economía, que están interconectadas, no separadas. La sostenibilidad es un paradigma para pensar en un futuro en donde las consideraciones ambientales, sociales y económicas estén equilibradas en la búsqueda de una mejor calidad de vida.
La resolución de nuestro 10° congreso en esta materia fue clara también, avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo que implica pensar un cambio sustantivo en la actual política económica en nuestro país, esto es pasar del actual modelo extractivo a un nuevo modelo industrializado.
La conformación de consejos sectoriales, vinculados a los sectores productivos, resulta de gran relevancia para llevar adelante una propuesta de mayor alcance. En este frente, demandas como la soberanía alimentaria cobran fuerza. La aspiración a una segunda reforma agraria y la incorporación del debate sobre agroecología, deben estar en nuestras demandas. La reforma al código de aguas es también una materia de gran relevancia para nuestra Central.
d) Nueva Constitución
La demanda por una nueva Constitución construida en democracia sigue siendo una deuda y una demanda fundamental si queremos avanzar de manera decidida en todas las otras demandas señaladas, debemos avanzar hacia una constitución que garantice los derechos económicos, sociales y culturales, dando paso a un Estado Social de Derechos.
Garantizar como política de Estado la gratuidad en educación y el fortalecimiento del sistema de salud público, sin tener que depender de los gobiernos de turno solo será posible si contamos con una nueva constitución. Terminar con el actual sistema previsional privado en manos de las AFP’s solo será posible si terminamos con el estado subsidiario y avanzamos hacia un estado donde la solidaridad sea un pilar fundamental. Por tanto, seguiremos actuando desde todos los espacios y con todas las plataformas tras la exigencia de una nueva constitución para Chile a través de una Asamblea Constituyente.
Converger con amplios sectores para avanzar en las demandas aquí presentadas y otras que surjan, es la tarea que tendrá la CUT para que esta plataforma avance. Es clave que en este esfuerzo tengamos como horizonte el constituirnos como un eje articulador de las demandas de mayorías en nuestro país. No será sin los trabajadores y trabajadoras que se consolidarán los cambios, pero sin una lianza social amplia es evidente que no podremos avanzar. En este camino, no podemos ni debemos restarnos de ningún espacio de articulación social e incluso más, debe ser nuestra tarea, tanto de la CUT nacional como de nuestras estructuras territoriales, el promover la convergencia y reponer iniciativas como mesas sociales en cada territorio.
Como un primer paso concreto, ha sido resuelto por nuestro congreso nacional sumarse a la convocatoria del 26 de marzo, marcha por un nuevo sistema de pensiones. Nos hemos propuesto un proceso de cambios para fortalecer nuestra capacidad de acción y por tanto, nuestras reformas orgánicas solo tienen sentido si se comprenden en el marco del desafío político sindical de hacer del sujeto trabajador organizado un agente activo y protagonista para avanzar en cambios para Chile. Hemos dado pasos concretos para enfrentar nuestras debilidades, hoy no tenemos deudas pendientes que nos impidan asumir la tarea principal: Construir Poder social para cambiar Chile.
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES DE CHILE
Santiago, 27 y 28 de enero de 2017.
Santiago de Chile, 1 de febrero 2017
Crónica Digital
