La violencia contra las mujeres es un grave atentado a los derechos humanos, y se sustenta en la desigualdad social, cultural y económica entre hombres y mujeres, construida sobre la base de patrones socioculturales basados en la premisa de la inferioridad de las mujeres. El Estado tiene el deber de garantizar una vida libre de violencia, a través de la implementación de políticas activas de prevención, protección y reparación a las víctimas, y de sanciones para los agresores. Actos de extrema violencia han remecido a la sociedad chilena este año, y a casi un mes de su término se han registrado 48 femicidios.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) insta al Estado a cumplir sus obligaciones para erradicar la violencia contra las mujeres en nuestro país. Hacemos un llamado a elevar la efectividad de las políticas, programas y medidas destinadas a prevenir la violencia contra las mujeres, a garantizar su acceso a la justicia e implementar las necesarias medidas de reparación, así como a destinar los recursos necesarios para la magnitud de esta tarea, dando cumplimiento a toda la normativa y estándares de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
El INDH saluda y apoya las masivas y amplias movilizaciones de las mujeres y de la sociedad en su conjunto que se han realizado este año.
#NiUnaMenos
Instituto Nacional de Derechos Humanos
Santiago de Chile, 26 de noviembre 2016
Crónica Digital