El enjambre de más de 20 mil delegados de 196 países, organizaciones ecologistas en la Zona Verde y deliberaciones en el segmento de alto nivel, convierten hoy a la Cumbre de Cambio Climático en foco mundial.
Mientras numerosas instituciones no gubernamentales se esfuerzan por mostrar peligros que ya impactan a la humanidad por el calentamiento global de la atmósfera, mandatarios de más de 60 países tratan de redondear el Acuerdo de París.
La COP22 de esta hermosa ciudad, donde cada noche la famosa Plaza Jemaa el-Fna se hace más cosmopolita que nunca, trata de visibilizar los temores a las calamidades sin precedentes que acechan a la Tierra.
De acuerdo con un estudio presentado en Marrakech, las emisiones mundiales de CO2 se mantienen estables por tercer año consecutivo en 2016, en parte gracias a la disminución de gases en China.
Investigadores del proyecto The Global Cabon Project señalaron el control de las emisiones respecto al año anterior, debido a “un menor crecimiento económico y menor consumo de carbón”.
Asimismo, los expertos confiaron en que las emisiones de Estados Unidos desciendan un 1,7 por ciento a finales de este año, fundamentalmente por el mismo motivo que China, es decir menor uso del carbón.
Sin embargo, otros reportes no se mostraron optimistas. Los desastres naturales arrastran a la pobreza a 26 millones de personas al año, reveló el Banco Mundial.
El estudio precisó que las consecuencias económicas debido a las catástrofes equivalen a una pérdida de consumo de 520 mil millones de dólares por año, con efectos en hasta un 60 por ciento más graves para la prosperidad de un país.
Las tormentas, inundaciones y sequías tienen consecuencias humanas y económicas terribles. Y los pobres son los que pagan el precio más alto, recalcó el Banco Mundial.
Y el fantasma de Donald Trump se ha convertido, desde su elección presidencial en Estados Unidos, en un fenómeno omnipresente en la COP22, por las implicaciones que pudiera tener un retiro del gigante norteño del Acuerdo de París.
La cita cimera de la COP22 concluirá este viernes con la adopción de una hoja de ruta para aplicar los arreglos de París de 2015, que comprometen a 196 países a obrar para que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados Celsio.
Otra mala nota expresada en estos días es el hecho casi inminente de que el planeta registrará el año más caluroso que se conoce estadísticamente en 2016, con un aumento del +1,2 grados de su temperatura.
La única región continental donde la temperatura fue inferior a lo normal se ubica en la zona subtropical de Sudamérica, norte y centro de Argentina, una parte de Paraguay y de Bolivia.
En declaraciones a Prensa Latina, el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, recordó que en marzo de 2015 la Antártida tuvo la temperatura más alta de la historia, 17,5 grados Celsio.
Por Fausto Triana
Marrakech, Marruecos, 15 noviembre 2016
Crónica Digital / PL