Ni meteorólogos ni geólogos han podido averiguar por qué, así que ese fenómeno ha pasado a ser conocido en la comunidad científica como ‘el problema de los 100 mil años’.
Sin embargo, el nuevo estudio, liderado por la profesora Carrie Lear, podría haber encontrado la respuesta, o al menos haber dado con una hipótesis plausible.
El equipo de la Universidad de Cardiff descubrió que la manera en que los océanos absorben y almacenan el dióxido de carbono (CO2) podría estar directamente relacionada con la ralentización del ritmo de glaciaciones.
El trabajo de los científicos, basado en el análisis de la composición química de fósiles del suelo marino, reveló que cada 100 mil años se producía un notable aumento de las cantidades de CO2 almacenadas en los mares.
Ello sugiere que ese dióxido de carbono es extraído de la atmósfera, lo cual explicaría un descenso de las temperaturas y la consiguiente aparición del hielo.
Londres, 28 octubre 2016
Crónica Digital / PL