La Tierra es redonda, una verdad de perogrullo, se antoja en la actualidad tan simple gracias a la capacidad de observación de la astronomía, un privilegio que ostenta Chile como líder mundial en la materia.
Con argumentos de sobra, el tema de la observación de las galaxias se ha convertido en una suerte de obsesión en el país austral, donde un emprendedor se esmera por mostrar la observación astronómica diurna-nocturna en las afueras de esta capital.
El flechazo con las galaxias llegó a los 19 años de edad para Dámaso García, director del Observatorio Cielos Chilenos en la localidad de Chicureo, a 30 kilómetros de Santiago, creado hace cinco años.
En conversación con Prensa Latina, García confesó que se “enamoró perdidamente” de Saturno y de poder recrear fantasías con el descubrimiento en cada observación de los cielos de detalles increíbles.
Por su ubicación en el extremo austral del mundo, Chile posee virtudes que permiten a los astrónomos querer aprovechar sus condiciones geográficas y yo pienso que debemos trasmitir estos conocimientos a toda la población, detalló García.
Corredor de la Bolsa, desarrolla este hobby a partir de conocimientos empíricos y un espíritu de superación permanente, con una interacción constante con expertos y el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA).
Precisamente uno de sus colaboradores actuales es el español Rubén Herrero, joven astrónomo de ALMA, quien vino a Chile para aprovechar las bondades que ofrece el observatorio en el desierto de Atacama con sus 66 radiotelescopios gigantes.
Sobre los aportes de la astronomía a la humanidad, Herrero respondió a Prensa Latina que de modo transversal desarrolló la tecnología del Wifi de Internet, las resonancias magnéticas en medicina o la vitrocerámica, por solo mencionar algunos.
El especialista oriundo de Burgos, reveló que el futuro de la astronomía plantea en cinco o 10 años la posibilidad de detectar planetas que derrumbarían la teoría de ser excepcionales o únicos dentro de las galaxias.
Descubrir la existencia de agua o algún biomarcador es un objetivo en un horizonte a mediano y largo plazos, y la perspectiva de encontrar algún tipo de vida no es ni mucho menos descabellado, completó Herrero.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 24 de octubre 2016
Crónica Digital / PL