La pesquisa, dirigida por la Universidad Técnica de Dinamarca (UTD), revela que aunque las erupciones solares son conocidas por proteger a la atmósfera de los rayos cósmicos, la nubosidad global se ve reducida por esa actividad, pero el trabajo ratifica que los rayos cósmicos son importantes para la formación de nubes.
El autor principal de la exploración, Jacob Svensmark, de la UTD, expresó que la Tierra está bajo constante bombardeo de partículas del espacio llamados rayos cósmicos galácticos.
En tal sentido, recordó que las erupciones violentas en el área de la superficie del Sol pueden expulsar esos rayos cósmicos que llegan a la Tierra durante alrededor de una semana.
Por tanto, añadió, cuando los rayos cósmicos se reducen de esta manera, se produce una disminución correspondiente en la cubierta de nubes de nuestro planeta.
Y, por supuesto, como las nubes son un factor importante en el control de la temperatura en la Tierra, los resultados de este análisis pueden tener implicaciones para el cambio climático, consideró.
Al conceptualizar una erupción solar, los expertos la definen como una variación repentina, rápida e intensa de brillo que se observa en la superficie del Sol debido a una explosión de gases calientes.
Washington, 29 agosto 2016
Crónica Digital / PL