La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó hoy un ataque suicida con bomba cerca de la Mezquita del Profeta en Medina, Arabia Saudita, donde varios policías perdieron la vida.
Voceros de la Oficina con sede en Ginebra calificaron el atentado de ayer de un directo ataque terrorista a todos los musulmanes del mundo.
El impacto de esta acción no debe medirse solo por sus víctimas fatales o daños materiales, es una agresión contra la propia religión, advirtieron a la prensa.
La Mezquita del Profeta es considerada el segundo lugar más sagrado del Islam, y el atentado se produjo durante los preparativos de la celebración musulmana del Eid al-Fitr, que cierra el mes sagrado del Ramadán.
Arabia Saudita fue escenario la víspera de otros ataques con bomba, dijo la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la cual ofreció sus condolencias por las personas asesinadas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
Asimismo, lamentó que a diario la humanidad tenga que sufrir las consecuencias de actos terroristas en diversas partes del mundo.
Hasta el momento ninguna organización ha reclamando la responsabilidad de los sabotajes en el Reino Wahabita, pero medios de prensa recuerdan la reciente ola de acciones del Estado Islámico y sus seguidores en Turquía, Bangladesh e Iraq, con saldo de decenas de muertos y heridos.
La Oficina del Alto Comisionado también rechazó hoy el asesinato en Kenya de un abogado de los derechos humanos y otras personas y violentos incidentes contra la comunidad musulmana en Myanmar.
Naciones Unidas, 5 julio 2016
Crónica Digital / PL