Gonzalo Higuaín falló un disparo de gol contra Alemania en el Mundial de Brasil 2014, un penal y otro lanzamiento solo frente al portero en las finales ante Chile de la Copa América de Fútbol 2015 y 2016.
Bastaría con recordar estos pasajes del Pipita, sin embargo notable goleador en Europa, para graficar uno de los capítulos grises de Argentina y su increíble seleccionado nacional, incapaz de levantar un trofeo internacional importante.
Chile, por segundo año consecutivo, le arrebata a Argentina el título de la Copa América. Siempre en la lotería de los penales, en cotejos muy reñidos y disputados.
La sequía de títulos persiste y la frustración de Lionel Messi se incrementa. ¿Dónde están las falencias o las explicaciones?
Pregunta sin respuesta de momento, aunque por supuesto serán los entrenadores los culpables a priori y el de turno, Gerardo Tata Martino con la cabeza cercana a la guillotina. Pero ya son 23 años sin trofeos de rango para la Albiceleste.
Luego, aunque haya cometido un desliz en la lotería de los penales, Lionel Messi no puede echarse sobre sus hombros toda la carga del elenco. Y eso ocurrió anoche, cuando Chile se plantó con mucha garra en la cancha del MetLife Stadium.
Con un partido condicionado por el pésimo arbitraje del brasileño Heber Lopes, en especial en el complementario y en los dos tiempos suplementarios de 15 minutos, la Albiceleste dejó crecer a los chilenos y descansó por completo en la Pulga.
En distintas ocasiones Messi realizó jugadas mágicas, dio profundidad al elenco, limpió caminos y regaló pases típicos de su factura. El genio desbordó, anduvo por el centro, abrió las bandas y ponía a temblar a los chilenos con sus tiros.
Y entonces sucedió lo impensable. Messi erró un penal en el momento crucial de las definiciones, aunque en realidad no fue como el de Roberto Baggio (Italia) cuando le dio el título mundial a Brasil en 1994.
Argentina repite lugares comunes. Tiene estrellas que descuellan en ligas europeas y son altamente cotizados. No hay certamen al que lleguen sin impresionar a hinchas y expertos.
Angel Di María termina lesionado casi siempre. Higuaín no se encuentra a la hora cero y en general, hasta los nuevos valores aguardan por Messi para que resuelva las situaciones límites.
El joven de Rosario, Argentina, que acaba de cumplir 29 años, lleva 11 con la Albiceleste y 113 partidos desde su debut en 2005. Sigue sin poder conquistar algo importante con la escuadra nacional.
Fue la cuarta final que perdió Messi con Argentina y la tercera consecutiva. Lo tiene todo en Europa con el Barcelona y nadie duda a estas alturas que es el mejor del orbe.
Pero la milonga no deja de emitir notas plañideras y la gente aguarda por un futuro en el horizonte, incierto para el fútbol rioplatense.
Por Michel Dalí
East Rutherford, EEUU, 27 junio 2016 |