El fallecimiento tras una penosa enfermedad de nuestro querido compañero de labores ingeniero Sergio Moris Alfaro, enluta al Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo. Fue dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica del Estado, FEUT, militante de las Juventudes y el Partido Comunista de Chile de heroico comportamiento en la lucha clandestina, recibió la Distinción por Servicios Destacados al Pueblo de Chile otorgada por Cenda, que hace llegar sus más sentidas condolencias a su querida hija Danika, madre, familia, amigos y amigas.
Sergio Moris Alfaro
El fallecimiento tras una penosa enfermedad de nuestro querido compañero de labores ingeniero Sergio Moris Alfaro, enluta al Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo. Fue dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica del Estado, FEUT, militante de las Juventudes y el Partido Comunista de Chile de heroico comportamiento en la lucha clandestina, recibió la Distinción por Servicios Destacados al Pueblo de Chile otorgada por Cenda, que hace llegar sus más sentidas condolencias a su querida hija Danika, madre, familia, amigos y amigas.
La nobleza, generosidad, valor, fuerza y notable destreza e ingenio de Sergio Moris para enfrentar las situaciones más difíciles se desplegaron en forma espléndida en el momento más duro del pueblo de Chile, en los días que siguieron al golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Impedido de volver a su querida UTE, no había terminado ese mes cuando ya se había agenciado un trabajo de chofer de la “liebre” donde por azar subió una mañana de pasajero un compañero de la dirección de Jota. No sumaban cincuenta años, entre los dos. Sorprendido el pasajero al reencontrar al dirigente de la FEUT desempeñando tal oficio, aceptó sin vacilar su invitación a sentarse en el cajoncito que los choferes de esos años ponían a su lado y donde usualmente sentaban a sus novias. En el trayecto hasta el terminal, entrambos idearon e iniciaron la empresa que sería uno de los más seguros vehículos para entrar y sacar del país a dirigentes de la resistencia clandestina. Su capital semilla fue proporcionado por los ahorros de la mamá del que ocupó el asiento de las novias y sus activos se reducían básicamente a Sergio Moris y su vehículo, inició sus operaciones tres semanas más tarde y funcionó sin pausa ni contratiempos hasta su voluntario término de giro en 1988, por insuficiente demanda.
La empresa de transportes Sergio Moris escribió en sus quince años de existencia varias de las páginas más heroicas de la lucha clandestina, fletando siempre sin novedad a los dirigentes más buscados cuyo transporte entrañaba el mayor peligro, entre ellos algunos muy cercanos a Cenda. También muchas de las anécdotas de la resistencia más increíbles, sabrosas e insospechadas, como sucede absolutamente con todo lo que concierne a Sergio Moris. Como aquella vez en que tras franquear sin contratiempos la aduana chilena se encontraron con el portón del túnel del Cristo Redentor cerrado a machotes y Sergio se agenció rápidamente con los tiras chilenos y gendarmes argentinos la apertura del mismo, exclusivamente para él y su valiosa carga que además del preocupado dirigente incluía unas cajas de pisco que le habían solicitado los segundos y que al regreso traería unas carnes argentinas para los primeros, encargos que ambos pagaban puntualmente puesto que jamás ofreció una coima para no despertar sospechas.
Tras su término de giro oficial, la empresa de Sergio Moris se dedicó por un tiempo al comercio nacional e internacional, extendiendo sus actividades a otros países fronterizos y hasta los propios Estados a Unidos de Norteamérica donde residía una tía. Se comenta que al parecer en ocasiones utilizó su enorme capital de experiencia fronteriza para favorecer a los consumidores ejerciendo el arbitraje de precios entre naciones, abaratando mercancías artificialmente encarecidas por molestos obstáculos aduaneros, arancelarios y pararancelarios. De ese tiempo es su aventura más desconocida, sensacional y al mismo tiempo la más difícil de creer, pero que al igual que todas y cada una de las que brotaban a raudales de cada una de sus conversaciones, resultaron siempre absolutamente ciertas, solo que quizás con un atractivo retoque de la fértil imaginación de un personaje que no nació ni se forjó para ser constreñido en el marco anodino de la realidad cotidiana.
Relató Sergio Moris que por esos años recibió una invitación de un alto dirigente de la Revolución Cubana muy conocido de los chilenos que, en conocimiento de su trayectoria y habilidades, estimó que era la persona indicada para rescatar un embarque de medicinas indispensables para los niños de la isla que representa la dignidad de América. La intrincada ruta del embarque diseñada para eludir el bloqueo yanqui, había sido a su vez bloqueada en Panamá con demanda de rescate por parte del Hombre Fuerte, por así llamarlo, que regía los destinos del Istmo tras el fatal accidente del helicóptero del general Omar Torrijos, asunto en el cual se dice que el rebloqueador pudo tener algo que ver.
De este modo, el héroe que hoy despedimos terminó representando oficiosamente en materias de su especialidad a la Cuba Revolucionaria, a bordo de otro helicóptero en el cual a través de una puerta entreabierta pudo observar cómo el piloto era acosado sexualmente sin recato alguno por el Hombre Fuerte, quién lo había invitado a negociar el asunto con tranquilidad en una isla paradisíaca llena de odaliscas y efebos bien dispuestos a agradarlos. Siempre negó rotundamente haber accedido al tipo de requerimientos de los que fuera víctima el piloto, lo cual es avalado por una bien ganada fama, uno de los aspectos más comentados de su legendaria vida, de una pródiga, estupenda, cálida y muy estrecha relación con el sexo opuesto. Sea como fuere, el asunto es que el cargamento de medicamentos fue liberado y salvó las vidas de varios infantes cubanos, todo a cambio de tres cheques de su cuenta corriente estadounidense girados a un testaferro del acosador, uno al contado y dos a fecha los cuales no se pagaron jamás porque fueron protestados, lo cual naturalmente puso fin al giro internacional de su empresa, al menos hasta que el Clavador clavado en dos cheques por Sergio Moris terminó con sus huesos en una cárcel de Miami y aun después de eso por precaución.
Por eso años quiso nuevamente el azar que se topara Sergio Moris en el Metro de Santiago con uno de los directores de Cenda que iba rumbo a pronunciar una arenga contra las AFP frente a una asamblea sindical. De más está decir que lo acompañó, hizo también uso de la palabra con gran impacto en la audiencia y desde ese momento se convirtió en uno de los más activos dirigentes del movimiento destinado a terminar con este gran abuso a los trabajadores y especialmente las trabajadoras chilenas, de lo cual quedaron numerosos e inmortales documentos escritos, en audio y video, algunos de los cuales alcanzaron audiencia de millones.
Desde entonces Sergio Moris trabajó siempre en Cenda, lo cual constituye un raro privilegio y llena de orgullo a la institución. Durante varios años se desempeñó con contrato permanente y representación formal, lo cual dio origen a una importante ampliación del alcance y difusión de las ideas, propuestas e iniciativas de la institución, siempre enriquecidas generosamente por aquellas propias y originales del flamante investigador, lo cual en diversas ocasiones motivó consultas, explicaciones y algunas sorpresas siempre gratas o al menos tiernas y divertidas tanto en la audiencia como en el centro de estudios. Desde la ocasión en que el Compañero Director se enteró al entrar al Parlamento invitado por la Cámara de Diputados que a la misma hora Sergio Moris representaba con gran brillo a Cenda en el Senado y para su mejor desempeño libre de ataduras formales, su continuado trabajo se modificó al estatus de contratista independiente.
En este último carácter, una de sus intervenciones más notables se registró ante la comunidad evangélica de Puerto Octay reunida en pleno en servicio Sabatino. Tempranito había arribado Sergio Moris a esa bella localidad sureña, mientras hacía hora para atender una actividad de Cenda que tendría lugar esa misma tarde en la vecina ciudad de Osorno. Tras un buen baño en cueros en las tranquilas y frescas aguas del Lago Llanquihue y cambio de polera, portando bajo el brazo un grueso libro de Eric Hobsbawm que llamaba su Biblia, solicitó participar en el referido acto evangélico. Ahí se encontraba, alto y resplandeciente, de pie en la última fila, donde la enfervorizada y atónita comunidad Puertooctayina lo descubrió al girar al unísono sus cabezas tras proclamar la exitada oficiante “¡Jesucristo se encuentra aquí, entre nosotros!”, mirando hacia el fondo de la sala. Mayor aún fue el asombro general cuando acto seguido una de las feligresas exclamó “¡No! ¡No es Jesucristo, es el Diablo! ¡Es el Diablo de los Números! ¡Yo lo he visto en el Paseo Ahumada de Santiago haciendo malabarismo con números para demostrar cómo nos engañan las AFP! ¡Escuchémoslo!” Así fue como se dictó la segunda charla más afamada contra este engendro de la dictadura, que terminó con una invocación a la Guerra Santa puesto que afirmó el charlista ante la indignada comunidad evangélica de Puerto Octay que el Presidente de las AFP, un tal Willy, era un católico ferviente que cada mañana iba a misa y comulgaba antes de partir a estafar a los chilenos.
Sin lugar a dudas, la charla contra las AFP que adquirió mayor relieve internacional fue la que pronunció Sergio Moris ante las embelesadas y muy elegante y sobriamente vestidas y arregladas para la ocasión, asiladas del prostíbulo de Machalí, cuya fama opacó hace décadas al de Rancagua por su mayor cercanía al mineral de El Teniente. Esta actividad formal, cursada y atendida a través de Sergio Moris, mereció ser publicada en su Memoria Anual y distribuida internacionalmente a través de su sitio web domiciliado en la ciudad de Nueva York por la Fundación Ford, por entonces donante de Cenda.
Algún día estos cuentos y otros incontables de este hombre bueno y maravilloso que hoy despedimos y permanecerá para siempre entre nosotros, harán las delicias de los niños que a partir de lo que fue su vida aprenderán a conocer lo mejor del pueblo de Chile.
Manuel Riesco
Vicepresidente CENDA
Cementerio Parque del Recuerdo Cordillera, Puente Alto, Santiago, 12 de junio 2016
Santiago de Chile, 18 de junio 2016
Crónica Digital
QUE HERMOSO Y MERECIDO HOMENAJE A MI MEJOR Y GRAN AMIGO DE INFANCIA, SERGIO. LO CONOCI EN EL BARRIO DE LA CALLE SOTOMAYOR EN SANTIAGO, DONDE VIVIA CON SU MADRE Y HERMANA. DURANTE EL TRANSCURSO DE NUESTRAS VIDAS, NOS JUNTAMOS MUCHAS VECES Y COINCIDIMOS, SIN PROPONERNOS, VALORES Y PRINCIPIOS DE DERECHOS HUMANOS Y CONTRARIOS AL REGIMEN DICTATORIAL , POR DISTINTAS VIAS. YO, COMO DIRIGENTE SOCIAL Y POLITICO Y PRESIDENTE LA COMISION DE DERECHOS HUMANOS, EN MI CIONDICION DE ABOGADO EN OSORNO Y EL, RESCATANDO CON HEROISMO E INTELIGENCIA , PERSONAS PERSEGUIDAS POR LA DINA Y POR LA CNI. .TUVE EL HONOR Y LA ALEGRIA DE ESCIONDERLO EN MI CASA, EN PLENA DICTADURA, CUANDO ERA PERSEGUIDO POR LAS MISMAS ACTIVIDADES QUE AQUI SE INDICAN. UN VALIENTE . UN ROMANTICO, UN IDEALISTA , UN LUCHADOR …..
¡¡¡ COMO NOS HACES FALTA ¡¡ MUCHAS GRACIAS POR SU RECUERDO ¡¡