La vigencia del caso alrededor de la muerte de Pablo Neruda recobrará protagonismo, con el nuevo homenaje y despedida al Premio Nobel de Literatura que tendrá lugar lunes y martes en Chile.
Fallecido el 23 de septiembre de 1973, poco después del sangriento golpe de estado de Augusto Pinochet, el prestigioso poeta recibirá el tributo de los chilenos en la sede del ex Congreso Nacional en esta capital el lunes venidero.
Ocurre cuando investigaciones adelantadas, señalan cada vez más como probable que el autor de Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada fuera asesinado, al encontrarse en sus vestigios estafilococo dorado, una bacteria inducida.
Hombre de izquierda, ex senador y diplomático, ex candidato presidencial y prolífico escritor, la figura de Neruda tendrá todo el reconocimiento de personalidades del país, de sus sobrinos y familiares en el salón de honor del ex Congreso.
Luego el martes, a primera hora de la mañana, sus restos mortales serán llevados a la Casa-Museo de Isla Negra, San Antonio, en la región de Valparaíso, a unos 129 kilómetros de Santiago.
Un cinturón negro encontrado en el féretro de Pablo Neruda aparece hoy como prueba para reforzar la hipótesis de que el también autor de Canto General murió con ayuda de terceros, según la querella que se lleva a cabo.
En una entrevista exclusiva con Prensa Latina, la abogada Elisabeth Flores mencionó el detalle anecdótico que constituyó uno de los pasajes más significativos relatados por Rodolfo Reyes Muñoz, sobrino de Neruda.
También abogado de profesión, Reyes Muñoz comentó que cuando se hizo la ceremonia para el traslado de los restos mortales del Cementerio General a su casa de Isla Negra, en noviembre de 1992, apareció en el ataúd un cinturón de color negro.
El doctor Reyes Muñoz señaló a Prensa Latina que el cinturón quedó junto a los restos de Neruda, en su ataúd nuevo y fue enterrado en Isla Negra.
Recientemente, al ser exhumado para esta investigación, por interés del sobrino de Neruda, se solicitó indagar en torno al cinturón, con la esperanza de que los resultados pudieran ser de gran relevancia.
“Comprobamos que el ancho del cinto tenía 119 centímetros y esa medida corresponde a un hombre grande, grueso. Mi tío no estaba caquéxico canceroso ni mucho menos delgado, como se afirmó en su certificado de defunción”, remarcó Reyes Muñoz.
“Esperamos llevar de vuelta sus vestigios a su casa de Isla Negra, donde nosotros sus sobrinos pasábamos temporadas y nos permitió por primera vez en la vida ver el mar”, apuntó en torno a la residencia museo en la provincia de San Antonio.
Precisamente un verso de Canto General adorna la invitación para la ceremonia del lunes en Santiago de Chile.
-No me siento solo en la noche,
en la oscuridad de la tierra.
Soy pueblo, pueblo innumerable.
Tengo en mi voz la fuerza pura
para atravesar el silencio
y germinar en las tinieblas
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 22 de abril 2016
Crónica Digital