Expertos británicos desarrollaron una nueva célula de combustible microbiana (CCM) o dispositivo capaz de producir electricidad a partir de orina humana, se conoció hoy.
Las CCM, cuyos electrodos son capaces de recuperar las cargas positivas y negativas que producen las bacterias al descomponer la orina y convertirlas en electricidad, necesitan -hasta ahora- utilizar platino en el cátodo, publica la revista Electrochimica Acta.
También, añade el texto, estos dispositivos, de reducido tamaño, producen menos energía que otros métodos de producción bioenergéticos y tienen una escasa potencia de salida.
Por eso, los investigadores británicos lograron superar estas limitaciones con un cátodo de tela de carbón y alambre de titanio.
Asimismo, para acelerar la reacción y crear más potencia, emplearon un catalizador de glucosa y ovoalbúmina, una proteína que se encuentra en la clara de huevo, logrando multiplicar por 10 la potencia de salida de las células tradicionales.
Según el medio especializado, un ser humano produce entre 800 y dos mil mililitros de orina al día. Si multiplicamos esta cifra por los siete mil millones de habitantes del planeta obtendríamos entre 560 mil millones y 1,4 billones de litros de orina al día.
Esa cantidad podrían convertirse en un combustible renovable que no genera emisiones a la atmósfera, destacaron los autores. Por eso, estas nuevas CCM tienen un potencial real para producir bioenergía, apuntaron.
A propósito de ello, teniendo en cuenta el enorme volumen de orina que produce la humanidad, podrían suponer una auténtica revolución en la forma de producir electricidad mediante el aprovechamiento de los procesos naturales de bacterias.
Las CCM son eficientes, sostenibles, baratas de mantener y apenas producen residuos, concluyeron.
Londres, 7 abril 2016
Crónica Digital / PL