Inspirados en los programas Apolo de la NASA en la década de los años 60 del pasado siglo, colegas de la Agencia Espacial Europea (ESA) trabajan en explorar la Luna, en un proyecto que estará listo para 2030.
Se trata de Moon Village, la primera base permanente en nuestro satélite natural, un programa de exploración y desarrollo que conducirá a la estancia permanente allí del ser humano.
No se trata solo de llevar el hombre a la Luna sino habitarla, convirtiéndola en algo tan cercano como el próximo continente, dijo a la prensa Bernard Foing, director del Grupo Internacional de Exploración Lunar de la ESA y líder del ambicioso proyecto.
Los científicos consideran ya esta iniciativa como un hito histórico para la humanidad, que aportará a la investigación de minerales, la construcción de telescopios, e incluso llevar adelante el “turismo lunar”.
Concebido en varias etapas, la primera se basa en misiones de reconocimiento para esbozar mapas detallados y buscar los mejores lugares para un asentamiento.
A continuación se prevé poner en práctica nuevos módulos de aterrizaje y en 2021 serán enviados cuatro astronautas para una misión de dos semanas de duración. Será la primera vez que un ser humano viaje a la Luna desde 1972, explicó el especialista.
Después, una serie de misiones robotizadas construirán los alojamientos y laboratorios donde vivirán y trabajarán los astronautas. Finalmente enviaremos hombres que vivirán en las aldeas robóticas, construidas por máquinas en la propia zona.
Tendremos todas las instalaciones necesarias, desde dormitorios hasta plantas de producción de energía, laboratorios, lo necesario para asentarse. Y esa fase ya ha empezado, aseguró Foing.
EN SU CARA OCULTA
Pero los astronautas de la ESA escogieron para hacer realidad su proyecto en la cara oculta de la Luna, y lo hicieron por dos razones: esa zona, afirman, nunca mira a la Tierra. No es oscura, sino que es el lado más iluminado. Es más antigua y muy diferente a la parte visible, destacó.
Esa dicotomía entre las ambas caras es un misterio científico, pero lo consideran un sitio tranquilo, descontaminado de señales radiales provenientes de la Tierra.
El astronauta explicó que de manera análoga a la Estación Espacial Internacional ( ISS; por sus siglas en inglés), Moon Village es un proyecto global de cooperación técnica, en el que cada país puede poner lo mejor de sus capacidades.
Con una mirada de largo alcance asegura que para la humanidad, la Luna se podrá convertir en otro continente de la Tierra, un lugar en el que podemos instalarnos y vivir.
Por Ana Laura Arbesú*La autora es la jefa de redacción de Ciencia y técnica de Prensa Latina
La Habana, 2 de abril 2016
Crónica Digital 7 PL