Aunque en el fondo la situación entre Chile y Bolivia es incómoda por los contenciosos en curso, el tema en disputa ahora sobre el río Silala fue relativizado por el Gobierno del país austral.
“La evidencia es muy clara. Visitas más, visitas menos, no van a alterar la realidad”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, a propósito de la presencia en el Silala del jefe de Estado de Bolivia, Evo Morales.
No es un río internacional, son aguas que salen de los bofedales (ojos de agua). Defenderemos nuestros recursos naturales, advirtió Morales la víspera.
Ante este panorama, el alcalde de la ciudad chilena de Calama, Esteban Velásquez, manifestó su preocupación por el anuncio de llevar el asunto a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Velásquez detalló que las aguas del Silala también alimentan el río Loa, en las afueras de Calama, para conformar otro embalse, el Siloli, cuyas aguas llegan al océano Pacífico.
En cualquier caso, Muñoz, el jefe de la diplomacia chilena, señaló que “estudios aerofotogramétricos realizados conjuntamente por Chile y por Bolivia, en el año 2001, avalaron la posición chilena de que este es un río internacional”.
Sus comentarios surgieron a raíz de una reunión con el Consejo Asesor para la demanda boliviana ante La Haya por una salida soberana al océano Pacífico.
El canciller también recordó que en 2009 hubo una negociación para lograr una gestión conjunta de este recurso hídrico compartido, en referencia al Silala. Luego de un preacuerdo, Bolivia se retiró y cambió de postura, acotó.
Días atrás, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, confirmó que en caso de que Bolivia demande a su país por el conflicto sobre el río Silala, el país austral responderá de la misma forma en La Haya.
“En caso de que Bolivia materialice su anunciada demanda, Chile va a contrademandar para resguardar nuestros derechos”, declaró Bachelet desde el Palacio de La Moneda.
Santiago de Chile, 30 de marzo 2016
Crónica Digital / PL