Aunque en verdad cada cual tiene prestigio bien ganado,Chile y Argentina escenificarán mañana un partido de fútbol premundial con el matiz de buscar la confirmación de sus expectativas en 2016.
En el caso de Chile, mucho ha cambiado desde la conquista en julio pasado de la Copa América. Su exitoso entrenador Jorge Sampaoli renunció al cargo en el contexto de un capitulo gris relacionado con sus ingresos.
Sampaoli, argentino, estaba muy ligado a Sergio Jadue, el defenestrado presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), quien enfrenta en Estados Unidos cargos por corrupción dentro del escándalo de la FIFA.
Pero los compromisos internacionales no esperan por tiempos de calma y ya la Roja debió escoger a otro técnico, el hispano argentino, Juan Antonio Pizzi, quien se estrenará ante la exigente afición local mañana en la noche en esta capital.
Si bien ya ha dicho que respetará los puntos fuertes del estilo de juego del equipo, Pizzi deslizó que impondrá una nueva identidad con mayor posesión del balón y tal vez una verticalidad más atemperada en el ataque.
Del otro lado, Gerardo Martino, el preparador de Argentina, a pesar de algunas ausencias, cuenta con una plantilla de lujo encabezada por Lionel Messi. Así y todo, necesita demostrar que el elenco no es una acumulación de estrellas sin brújula.
Subcampeón mundial en Brasil 2014 y de la Copa América 2015, Argentina intenta a toda costa sacar provecho de una generación sensacional que incluye además a Angel Di María, Sergio Aguero, Javier Mascherano, Gonzalo Higuaín y Javier Pastore (lesionado).
Además de Pastore, otro resentido de problemas musculares es el volante Enzo Pérez. De todas formas el panorama de la albiceleste no es peor que el de Chile.
Los chilenos no podrán contar con su goleador Eduardo Vargas (Hoffenheim), ni tampoco con Jorge Valdivia, Arturo Vidal ni Charles Aránguiz, todos titulares.
Vargas, al igual que Valdivia (Al Whada), recibió duros castigos al protagonizar en noviembre último incidentes en el Centenario de Montevideo. (Bayern Munich) por acumulación de amarillas y Aránguiz en fase de recuperación de una lesión.
Chile conquistó la Copa América al derrotar a Argentina el 4 de julio último en definición por penales, sin embargo, la situación ahora concede ligero favoritismo a los rioplatenses con Messi en estado de gracia.
De todas formas, el Estadio Nacional y la hinchada chilena ya conoce de grandes desafíos y este no será diferente. La incógnita, más que de jugadores, es el estilo que proyectará Pizzo y la cohesión del plantel.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 23 de marzo 2016
Crónica Digital / PL