El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica fue firmado hoy por autoridades de sus 12 países en la ciudad neozelandesa de Auckland en medio de protestas contra ese pacto de libre comercio promovido por Estados Unidos.
El primer ministro anfitrión, John Key, y el representante comercial estadounidense, Mike Froman, encabezaron la ceremonia en el Centro de Convención de Auckland, cerca del cual se congregaron manifestantes opuestos al tratado por considerar que eliminará miles de empleos y favorecerá a las transnacionales en detrimento de las empresas nacionales, entre otras consecuencias.
Al referido acuerdo (TPP, por sus siglas en inglés) pertenecen también Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Perú, Singapur y Vietnam, todos los cuales conformarán una zona libre de aranceles que representa cerca del 40 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, con un mercado de más de 800 millones de consumidores.
Sus detractores critican el secretismo que acompañó el proceso de negociaciones, en tanto advierten de su impacto en la soberanía nacional y las afectaciones para los derechos laborales y la protección del medio ambiente.
Además consideran que favorece a Estados Unidos, lo que puede inferirse de las declaraciones del presidente Barack Obama tras la rúbrica formal del acuerdo, quien al saludarlo, señaló que le dará a su país una ventaja sobre otras economías importantes, sobre todo China.
El TPP le permite a Estados Unidos -y no a países como China-, dictar las reglas del camino en el siglo XXI, lo que es especialmente importante en una región tan dinámica como la del Asia-Pacífico, añadió.
Luego de la ceremonia de hoy, los miembros del acuerdo disponen de dos años para ratificarlo, a lo que seguirá su entrada en vigor.
Wellington, 4 febrero 2016
Crónica Digital / PL