Documentos de entre 1973 a 1983, que desde enero son custodiados por el Archivo Central Andrés Bello, podrán ser revisados a contar de marzo por investigadores, académicos, estudiantes y público general. El material consta de procedimientos administrativos cotidianos, actas de la Junta Directiva y de sumarios a los que se vieron sometidos integrantes de la comunidad universitaria.
Para Emma de Ramón, directora del Archivo Nacional, la Universidad se potencia como “un socio estratégico en la labor de entrar en la historia más cotidiana a partir de documentos oficiales”.
“Es un material que está a la espera de ser leído por múltiples miradas, por múltiples preguntas”, comenta Alejandra Araya, directora del Archivo Central Andrés Bello, sobre ladocumentación de la Dirección Jurídica de la Universidad de Chiledel periodo 1973 a 1983 que desde este mes está bajo la custodia del Archivo, dependiente de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones.
Los textos, que van desde expedientes sumarios hasta procedimientos administrativos cotidianos,fueron traspasados desde la Dirección Jurídica con el fin de ser resguardados, conservados y difundidos, a partir de su inclusión en la Colección Archivo Histórico de la Universidad de Chile.
“El traspaso de los archivos de la intervención militar a mediados de enero del 2016, específicamente sumarios rescatados entre 1973 y 1983, desde la Dirección Jurídica a la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, nos permite como Universidad de Chile no solo transparentar un episodio oscuro de nuestra historia, poniendo a disposición de investigadores, académicos y público en general documentos que nos remiten a lo que alguien denominó alguna vez ‘un tiempo de canallas’. También nos conduce a una forma de construir futuro en el caso de instituciones públicas como la nuestra: de cara a la ciudadanía y sin pactos de omisiones o silencios. Porque estos archivos contienen historias de héroes y de villanos; de víctimas y de victimarios. Historias que si bien corresponden al pasado, son tremendamente vigentes porque retratan de cuerpo entero las miserias y grandezas de una sociedad que aún hoy pareciera no tener claro cuáles son los límites éticos en que debe basarse su quehacer”, destacó la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran.
Para Alejandra Araya, la difusión de este material se hace “en un momento en el que el derecho a la información, a la verdad, a saber, es un derecho ciudadano y es un derecho humano, además de un factor clave para construir una sociedad democrática”, considerando además que esta información “no está hablando solamente de la comunidad de la Universidad de Chile, sino que da cuenta de un periodo del país”.
Como destacó Emma de Ramón, subdirectora Nacional de Archivos de la DIBAM y directora del Archivo Nacional, con esta desclasificación “la Universidad de Chile también se abre a otra dimensión”, pasando de ser “un repositorio de las colecciones de algunos personajes notables como Neruda y Domeyko, a recibir estas nuevas fuentes de información que permiten reconstruir partes de la historia que de otra manera no podríamos reconstruir”. En ese sentido manifestó que para el “Archivo Nacional es realmente un gran orgullo contar con un socio estratégico como es la Universidad deChile“, en la labor de “abrir la historia más cotidiana” a partir de estos documentos oficiales.
Valoró además la difusión de este archivo porque revela “una dimensión distinta del maltrato, no solamente el detenido desaparecido, sino también el dolor de alguien que había trabajado o entrado estudiar y finalmente, por cualquier razón que haya sido, terminaron separados de todo esto”.
El público universitario y general podrá acceder al material físico de esta esta colección realizando previamente una solicitud al correo archivo.central@uchile.cl, tal como se consultan las demás colecciones del acervo del Archivo Central Andrés Bello. Para acceder a las digitalizaciones, la solicitud deberá hacerse a través de los procedimientos de la Ley de Transparencia.
El material y las posibilidades de investigación
Uno de los trabajos que se realizarán con esta documentación estará a cargo de la directora Alterna de la Iniciativa Bicentenario Juan Gómez Millas, Loreto Rebolledo, proyecto que realizará con el apoyo de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones. La académica explorará “cómo la dictadura administrativamente abordó las ciencias sociales y las humanidades, cómo empezó una persecución que terminó en un deterioro de éstas, que no fue sólo a los estudiantes, sino que también a los profesores, lo que implicó un desmantelamiento de las disciplinas durante un buen tiempo”.
Como comenta Alejandra Araya, una de las formas de abordar este material es a partir de un trabajo comparado de la experiencia en dictadura de otras universidades de América Latina, como el caso de Argentina, “donde el procedimiento administrativo no se utilizó, sino que simplemente se expulsó a las personas”.
Otra de las posibilidades que abre este material es que integrantes de la comunidad universitaria que vivieron este proceso puedan conocer la documentación “que nunca vieron, información que es parte de su biografía, de su historia personal”.
Los primeros pasos de la desclasificación
El 11 de septiembre del 2015, en la conmemoración de los 42 años del Golpe de Estado, la Universidad de Chile dio el primer paso en la desclasificación de estos archivos de la Dirección Jurídica.
En dicha ceremonia la directora del Archivo Central Andrés Bello dio a conocer a la comunidad universitaria este proyecto de conservación y difusión de este material guardado por décadas en las bodegas de nuestra Universidad, ocasión en la que la comunidad pudo escuchar un radioteatro del Sumario N° 001729, realizado por el Instituto de la Comunicación e Imagen. Este proceso, acontecido en 1977, fue traido al presente con la finalidad de recrear el ambiente del periodo y de los acontecimientos que rodearon la vida universitaria de esos años. Este sumario consta de la amonestación en contra de los estudiantes Juan Carlos Rozas, Juan Carlos Reyes y Rodolfo Fortunatti, proceso a cargo del Fiscal Juan Vergara.
En dicha ceremonia la directora del Archivo Central Andrés Bello dio a conocer a la comunidad universitaria el proyecto de conservación y difusión de este material guardado por décadas en las bodegas de nuestra Universidad, ocasión en la que la comunidad pudo escuchar un radioteatro del Sumario N° 001729, realizado por el Instituto de la Comunicación e Imagen. Este proceso, acontecido en 1977, fue traído al presente con la finalidad de recrear el ambiente del periodo y de los acontecimientos que rodearon la vida universitaria de esos años. Este sumario consta de la amonestación en contra de los estudiantes Juan Carlos Rozas, Juan Carlos Reyes y Rodolfo Fortunatti, proceso a cargo del Fiscal Juan Vergara.
En la misma instancia, otra de las personas que se refirió a este proceso de memoria fue el coordinador de la Cátedra de Derechos Humanos, Claudio Nash, quien señaló que este material es huella del proceso que vivió la Universidad durante la dictadura. “De todo ello quedó registro escrito. La represión al interior de la universidad tuvo pretensiones de legalidad y de eso dan cuenta los archivos de la dictadura”, dijo sobre el valor de esta información.
Santiago de Chile, 29 de enero 2016
Crónica Digital
El correo está malo. Rebota
Hola también seria interesante dar a la luz los archivos del lugar i detencion en Valparaíso “Silvas Palma”