Las momias más antiguas del mundo están en Chile, con más de siete mil años de existencia y la aspiración de convertirse en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Tema insoslayable en la entrevista exclusiva de Prensa Latina con el ministro de Bienes Nacionales de Chile, Víctor Osorio, justamente designado embajador de la cultura chinchorro con miras a lograr el reconocimiento internacional.
“Son las más longevas de la historia, más allá que las momias egipcias. La sociedad en Egipto era una élite, con mayor complejidad, estructura jerárquica, proceso de producción industrial, pirámides, construir ciudades, escrituras”, apuntó.
De esta forma, Osorio, que en sus dos años al frente de la cartera ha dedicado mucho tesón al asunto, subrayó el parangón con la cultura chinchorro, que era una sociedad de pescadores del norte del país austral.
“Se manifestaron sin desarrollar infraestructuras ni tecnologías, y sin embargo, desarrollaron técnicas de momificación que son más sofisticadas que las egipcias”, comentó.
Osorio, también un destacado escritor y periodista, recordó que en Egipto las personas momificadas pertenecían a una clase de élite y las encapsulaban, mientras la cultura abarcaba a todos.
En la actual región de Arica y Parinacota, las momias chinchorro acompañaban a la comunidad, y hoy se han demostrado que estaban juntos en desarrollo de carácter pesquero y productivo del grupo, detalló el secretario de Estado.
Chinchorro, que debe su nombre a una playa del mismo nombre, fue el nombre otorgado a un grupo de pescadores que habitaron en el desierto de Atacama entre los años 7020 y 1500 antes de cristo.
La comunidad se trasladó desde Ilo (Perú) pasando a Antofagasta para luego establecerse en Arica y más específicamente en el valle de Camarones. La campaña por su reconocomiento como Patrimonio de la Humanidad nació hace años.
Fue en Arica y Parinacota, junto con la Universidad de Tarapacá, donde surgió la iniciativa, justo en el norte de Chile, donde el Ministerio de Bienes Nacionales posee el 70 por ciento del patrimonio del Estado, aclaró Osorio.
“No obstante ser una sociedad más focalizada en el amor a la naturaleza y la vida, desarrolló una técnica muy avanzada que ha permitido la preservación de los cuerpos, porque pensaba que las personas partían y continuaban acompañando al pueblo”, precisó.
En relación con otra interrogante de Prensa Latina, el titular admitió que no existe certeza de si la cultura chinchorro alcanzó a crear alguna cosmovisión respecto a la vida después de la muerte.
“Conocemos que Egipto, sí lo hizo, tenía una concepción de la vida post mortem. Pero los chinchorro no dejaron testimonios escritos. De hecho hablamos de una cultura extinguida”, argumentó.
Osorio señaló que las investigaciones del Ministerio de Bienes Nacionales de Chilepermitieron descubrir dos lugares en esa zona donde se dieron hallazgos arqueológicos de la cultura chinchorro.
“Entre ellos, la momia más antigua de la historia humana, que estaban emplazados en lugares que se consideraban privados y que hemos hecho esfuerzos para incorporarlos al patrimonio fiscal del Estado”, resaltó.
Poner la mirada en nuestros pueblos originarios tiene que ver con descubrir valores de inclusión social y sustentabilidad, reflexionó.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 22 de enero 2016
Crónica Digital / PL