Una ciudad marcada casi siempre por la contaminación ambiental como lo es Santiago de Chile, recibió hoy una sobredosis con el incendio en el vertedero de Santa Marta, a 45 kilómetros de esta capital.
El Intendente de Santiago, Claudio Orrego, recibió fuertes críticas al afirmar que la nube de humo que merodea la ciudad no es tóxica, algo que rechazaron especialistas y directivos del Colegio Médico.
Orrego aseguró que en comunas apartadas descendió un poco el humo debido a la ventilación, aunque los meteorólogos advirtieron que en horas de la noche los contaminantes bajan más cerca del suelo.
El incendio tiene lugar en las cercanías de la comuna de Talagante en un basural de complejo acceso debido a deslizamientos de tierra el pasado fin de semana, como consecuencia del intenso calor que combustiona los desechos.
En opinión del ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, lo ocurrido traerá sin dudas sanciones a los responsables de haber permitido una situación de esta índole, que se salió de las manos de las autoridades.
Para hacer más difícil el panorama, el fuego alcanzó líquidos producidos por la putrefacción de la basura que contribuyen al mal olor que se siente en el aire.
Aunque puede durar varios días en controlarlo, el comandante de bomberos Pablo Gómez, se comprometió a reducir el impacto del siniestro entre un 50 y 70 por ciento durante esta jornada.
Según el médico Felipe Rivera, especialista broncopulmonar del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, los más afectados por el humo serán los niños, los adultos mayores, asmáticos.
Por su parte, ministro portavoz oficial del Gobierno, Marcelo Díaz, enfatizó que frente al incendio, se adoptan “todas las medidas que haya que tomar para hacer frente a la emergencia”.
El secretario de Estado subrayó que “el conjunto de instituciones y organismo públicos que se hacen cargo de esta situación están en terreno, trabajando en toda su capacidad para poder atender estas dos dimensiones de esta emergencia”.
La AlianzaBasuraCero Chile denunció, a su turno, que el fuego desató emanaciones gaseosas y partículas con alta toxicidad, las que, dependiendo del grado y duración de exposición, pueden causar graves daños a la salud.
Refirió asimismo el impacto agudo de partículas, monóxido de carbono y otros gases sobre la población más vulnerable, niños, mujeres embarazadas, ancianos y personas con afecciones cardio-respiratorias.
“Las dioxinas y furanos que necesariamente se han generado y emitido con este incendio son agentes cancerígenos con capacidad de daño durante largo tiempo y trasladándose amplias distancias, persistiendo en distintas etapas de la cadena alimenticia, dijo.
Acotó finalmente que “esto genera una particular preocupación, si se considera que el incendio ocurre en una zona eminentemente agrícola”.
Santiago de Chile, 20 de enero 2016
Crónica Digital / PL