El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, admitió hoy haber recibido ofertas para amañar partidos de tenis la pasada década.
«No me contactaron directamente. Me contactaron mediante gente que trabajaba conmigo en aquel entonces. Por supuesto que lo rechazamos», afirmó luego de su presentación en el Abierto de Australia, donde venció al surcoreano Hyeon Chung, por 6-3, 6-2 y 6-4.
Djokovic señaló que «desafortunadamente, en aquellos tiempos había rumores y la afición comentaba sobre el tema.
«En los últimos seis o siete años no volví a escuchar algo similar», subrayó. El líder del escalafón profesional indicó que «no hay ninguna prueba contra un jugador en activo. Mientras sea así, es simple especulación».
Por su parte, el suizo Roger Federer, tercero del ranking, afirmó que nadie lo ha contactado para ofrecerle alguna suma de dinero para arreglar un resultado, al tiempo que manifestó que ahora «hay que hacer» todo lo posible para «mantener» el tenis «limpio».
Según el ganador de 14 Grand Slam, «no importa si me lo han propuesto o no, no lo he hecho. Todo esto es muy serio, hay que hacer todo lo que se pueda para mantener el deporte limpio. Es vital, no hay duda de ello.
Además recalcó la importancia de que «todos los órganos de gobierno y todas las personas involucradas» se tomen muy en serio este tema.
«No sé exactamente cuántos datos nuevos salieron, he oído los nombres antiguos que se lanzaron y esa historia ya fue comprobada. Está claro que hay que tomarlo muy en serio como lo hicieron en su día, ya que tenemos la Unidad de Integridad», concluyó.
Estas declaraciones se dan luego de que la Asociación Europea de Seguridad Deportiva alertó sobre acusaciones de encubrimiento de arreglo de partidos al más alto nivel en el tenis mundial, incluidos torneos como el de Wimbledon.
La cadena británica BBC y el sitio web BuzzFeed News revelaron una investigación sobre el amaño de más de 50 partidos en 2015, en los que intervinieron jugadores de la élite, de los cuales 16 se encuentran en entre los 50 mejores del orbe.
Canberra, 19 enero 2016
Crónica Digital /PL
