El Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ) desmintió la recepción esta semana en su Sala Electoral de impugnaciones a los resultados de los comicios legislativos del pasado día 6, divulga hoy esa entidad en su sitio web.
La institución precisa que la aclaratoria responde a declaraciones ofrecidas por voceros políticos y a falas informaciones propiciadas por ciudadanos irresponsables mediante las redes sociales.
De acuerdo con el TSJ, esa conducta en nada contribuye a mantener el clima de paz y tranquilidad reinante en el país tras las elecciones parlamentarias (en las cuales la derecha obtuvo 112 de 167 escaños).
Por otra parte, el Tribunal declaró que las sesiones extraordinarias realizadas por la Asamblea Nacional (AN) para el nombramiento de magistrados son constitucionales y las atribuciones del Parlamento no están mermadas a pesar de encontrarse en la etapa final del período legislativo 2011-2016.
La entidad argumentó que, aunque la Constitución fija el 15 de diciembre para el fin del segundo período de sesiones del año, durante el receso legislativo la Comisión Delegada de la AN o el Presidente de la República pueden convocar a reuniones extraordinarias.
Agregó que el período constitucional de la Asamblea Nacional se extiende por cinco años, hasta el 4 de enero posterior a los comicios o la instalación del nuevo Parlamento.
Caracas, 23 de diciembre 2015
Crónica Digital / PL
Los reiterados rumores, asî como las estigmaciones y las tergiversasiones son los sucios mêtodos usados por la oposiciôn venezolana que, como sabemos, son difundidos por la “gran prensa” de la oligarquîa continental y mundial. Se reafirma hoy, que el pequeño sector fascista estâ hegemonizando- en base al chantaje y la violencia- a la oposiciôn. Se reafirma tambiên, que el objetivo de la eleccion parlamentaria no era mostrar respeto por la Constituciôn y profundizar la democracia; sino apresurar “La salida” de Maduro y acabar con el proceso bolivariano. Hoy en mâs, se inicia una dura confrontacion de la institucionalidad legislativa amparada por la presiôn imperial y las transnacionales en pos del neoliberalismo; con el Poder Ejecutivo amparado por los movimientos sociales que defenderân sus incontables conquistas y por la Constituciôn Bolivariana que afianza una democracia participativa y protagônica