La directora del Centro chileno para la Innovación y Fomento de las Energías Sustentables (Cifes)), Daniela Álvarez, destacó hoy aquí la importancia de estos proyectos en el compromiso de su país en la lucha contra el cambio climático.
Como nación, asumimos un reto voluntario de reducir nuestras emisiones en el año 2030 entre un 30 y un 35 por ciento, y podría ser incluso más si recibimos ayuda de otros países más desarrollados, por supuesto, aseguró en entrevista a Prensa Latina.
Álvarez dijo a esta agencia de noticias estar convencida de que las energías sustentables son el vehículo idóneo para lograr ese objetivo, por lo cual Chileavanza en el desarrollo de la hidroelectricidad, la introducción de biomasa y en la actualidad con la energía eólica y la solar.
Todas ellas mantienen un crecimiento en nuestra matriz como las principales fuentes no
convencionales, con una participación ya de un poco más de 10 por ciento en capacidad instalada con respecto al total, pero crecen a pasos agigantados, y serán importantes para lograr la meta que nos proponemos junto al resto del mundo, comentó la experta.
La directora del Cifes expresó esperanzas en relación con la XXI Conferencia Internacional Sobre Cambio Climático que sesionará en París desde el 30 de noviembre hasta el 11 de diciembre con el objetivo de concluir un acuerdo mundial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Existe mucha expectativa porque se llegue a un acuerdo vinculante en esa cumbre de París, comentó al ratificar el deseo de Chile de que se logre ese propósito, “pero antes, más de 190 países tendrán que ponerse de acuerdo”.
Subrayó que dos semanas quizás no sean suficientes, sin embargo, opinó que existe la voluntad de los mandatarios, cuyo foro dará inicio precisamente a la reunión, y de ellos pudiera partir una buena señal para el resto del proceso negociador.
Esperemos que a mediados de diciembre podamos contar con el acuerdo de París y que sea un entendimiento vinculante, que nos permita lograr el objetivo de estabilizar el incremento de temperaturas en no más de dos grados centígrados, reflexionó Álvarez.
La experta insistió en que debe primar en todo este proceso el principio de la responsabilidad compartida, en el que los grandes emisores tienen que hacer su parte. Los más pequeños realizamos un gran esfuerzo, pero este es un problema global y la solución tiene que ocurrir en todas partes del mundo, enfatizó.
Álvarez recalcó que en París los mayores emisores tienen que dar una señal fuerte en dirección a la mitigación de este problema que amenaza a la humanidad.
Por Jorge Petinaud
Moscú, 20 de noviembre 2015
Crónica Digital / PL