El dióxido de carbono provocado por la actividad humana amenaza los hábitats coralinos y animales que viven en ellos, según estudio realizado en el archipiélago Columbretas, a 56 kilómetros de las costas españolas, difundido hoy.
La investigadora de la Universidad de Barcelona (UB) y una de las autoras del estudio, Cristina Linares, dijo a la publicación especializada Materia que el peligro alcanza especies de peces y crustáceos como el mero y la langosta roja.
Los autores investigaron con robots y buzos el fondo marino a una profundidad de 40 metros y detectaron que los valores de acidez (PH) son ya de 7,8 o 7,9, similares a los previstos para finales de siglo.
Linares precisó que aunque no es el primer estudio sobre el tema, los anteriores se centraron en zonas más superficiales de entre tres y cinco metros de profundidad.
Los expertos admiten que es necesario seguir a largo plazo la evolución de los fondos marinos analizados, pero ya sus conclusiones demuestran que las algas coralinas ni los corales aguantan en un entorno tan ácido.
Solo algunas de ellas como la rosa-marina, alga calcificadas con microcristales de aragonita en lugar de magnesio, permanecen y el lugar de los corales lo ocupan algas de tallo carnoso, como el kelp, normalmente hallado a más de 65 metros de profundidad.
En opinión de Linares, si no se reducen las emisiones de dióxido de carbono los hábitats coralinos quedarán comprometidos y con ello especies de animales que lo usan para sobrevivir, con la consecuente repercusión en la economía.
Para los investigadores, las mediciones dejaron claro que pequeños cambios en la acidez del agua pueden producir cambios radicales en la distribución de los ecosistemas.
Investigaciones preliminares indican que en las profundidades marinas la acumulación del gas provocó el aumento en la acidez cercano al 30 por ciento desde el inicio de la revolución industrial y se espera llegue a 150 por ciento para finales del siglo
El estudio fue realizado por científicos de la UB, la Universidad de Girona, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y la Estación Zoológica Anton Dohrn de Italia en uno de los hábitats más significativos del Mediterráneo, por sus ecosistemas.
Madrid, 14 de noviembre 2015
Crónica Digital / PL