Víctima de una feroz campaña con la complicidad de varios medios de prensa, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, recibió ayer el apoyo a su gestión, a la vez que defendió sus logros al frente del Gobierno.
En un acto en el teatro Caupolicán de esta capital absolutamente repleto, la mandataria recordó el triunfo del NO en el plebiscito del 5 de octubre de 1988, el comienzo del fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Con cientos de personas en las afueras de la instalación que junto con los partidos de la Nueva Mayoría, la coalición en el poder, renovaron sus votos por Bachelet, la jefa de Estado se refirió a los 27 años de la histórica votación.
Es un día imborrable que marcó nuestra historia, selló nuestra unidad, y esa victoria no es solo nuestra sino de todo el país, sentenció.
Hija de un militar -el general Alberto Bachelet- que fue asesinado por la junta militar pinochetista, la mandataria hizo un paralelo entre lo sucedido hace 27 años y sus 18 meses al frente del Palacio de La Moneda ahora.
“Estos primeros 18 meses (de Gobierno de la Nueva Mayoría) hemos realizado cambios de magnitud históricas, largamente esperados y que hoy son una realidad”, señaló acerca de las reformas a la educación, laboral, salud y tributaria.
También apuntaba hacia los cambios en un sistema electoral proporcional e inclusivo; el Acuerdo de Unión Civil, el Fondo de Farmacias, y la “eliminación del cobro del cinco por ciento de salud de los adultos mayores.
Admitió, no obstante que durante su segundo mandato (el anterior de 2006 a 2010), ha cometido errores y dijo de forma autocrítica lamentar no hacer las cosas mejor en determinados momentos.
Pero asimismo, recalcó que existen razones para estar orgullosos, aunque sin sentirse totalmente satisfechos.
“No estamos en la vereda del frente de los cambios, y tenemos las responsabilidad de perseverar, la unidad de los demócratas progresista no es flor de un día”, reflexionó.
Además de adelantar algunos cambios que se impulsarán en breve, Bachelet mencionó el proceso constituyente que parta de la propia base social con miras a establecer en el futuro una nueva carta magna.
Santiago de Chile, 5 de octubre 2015
Crónica Digital / PL,