Navarro dijo que “el Dr. Paris omite que faltan casi 4000 médicos y no enfrenta cartelización de los médicos especialistas”.
- El parlamentario anunció que junto a su equipo jurídico estudian realizar una presentación ante la Fiscalía Nacional Económica “con el fin de que se investiguen eventuales prácticas monopólicas que impiden la libre competencia y el libre ejercicio profesional de los médicos extranjeros”.
El líder del MAS, senador Alejandro Navarro, emplazó al presidente del Colegio Médico Dr. Enrique Paris a responder una serie de interrogantes –las que a su juicio- dan cuenta de que “el Colegio Médico se comporta como un cartel de la salud”. Esto luego de que el dirigente gremial en una entrevista dominical se refiriera a la crisis del sistema público de salud, omitiendo el déficit de médicos especialistas y subespecialistas.
Para el senador del MAS esto tiene una explicación “y es que el gremio de un tiempo a esta parte, se comporta como un cartel de la salud. Si bien, compartimos en absoluto que Chile exhorta un gran pacto por la salud pública, es imprescindible antes realizar un profundo sinceramiento, pues pareciera ser que la fenomenología de la crisis de la salud pública tiene rasgos extremadamente complejos e injustos”.
En este sentido el parlamentario emplazó al presidente del Colegio Médico a “sincerar ante la opinión púbica ¿cuánto ganan los médicos que más facturan en Chile? ¿Cómo es posible que existan médicos que siendo funcionarios de hospitales públicos, luego vendan sus servicios privados a los mismos hospitales, facturando, por medio de boletas de honorarios, decenas de millones?”.
“¿A caso Paris no conoce el ‘síndrome de pabellones vacíos’? ¿No sabe de los médicos que por las mañanas captan clientes como médicos del sistema público y por la tarde realizan atenciones e intervenciones de forma particular en los mismos pabellones o clínicas privadas, todo con recursos públicos?
“¿Será esta la razón fundamental por la cual se oponen férreamente a que exista en nuestro país una política distinta del Eunacom, que permita que los médicos cubanos o cualquier médico extranjero pueda ejercer en el sistema público?”, indicó Navarro.
“¿Es posible que tengamos listas de espera que alcanzan los dos millones y no haya una respuesta adecuada en la formación de especialistas? ¿Cuál es el rol que ha jugado el Colegio Médicos en el lobby que busca mantener el statu quo de este sistema de privatización encubierta de la salud? ¿Acaso las asociaciones médicas no son las que regulan el mercado de formación de especialistas y subespecialistas?”, agregó el congresista.
Del mismo modo dijo que “es necesario que nos pueda responder ¿Es posible un pacto cuando el acceso a los medicamentos que se recetan se encuentra en un mercado salvaje y coludido? ¿Cuáles son las implicancias entre laboratorios farmacéuticos, empresas de venta de servicios de salud y los propios médicos? ¿Pueden los médicos recibir pasajes a congresos en el exterior por ser vendedores de sus productos?”.
Para Navarro, “estas preguntas de lógica, dan cuenta de que en Chile existe un cartel, que busca mantenerse aferrado a privilegios económicos y acuerdos de autoprotección. Si esta dirigencia del Colegio Médico no logra comprender la evolución del proceso de descontento social, resistiéndose tercamente a los cambios necesarios, será inevitable que la sociedad chilena avance como un torrente que arrastra con lo que encuentra y vuelca lo que se opone”.
El líder oficialista advirtió que “la ciudadanía comenzará a movilizarse. Esto es yesca seca y la pradera puede incendiarse sin aviso”.
Presentación ante la Fiscalía Nacional Económica
Ante esta situación el parlamentario anunció que junto a su equipo jurídico estudia realizar una presentación ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE) “con el fin de que se investiguen eventuales prácticas monopólicas que impiden la libre competencia y el libre ejercicio profesional de los médicos extranjeros”.
El senador del MAS indicó que “esta situación constituye una contradicción con el propio liberalismo económico que promueve el movimiento de capitales internacionales pero no el de recurso humano profesionalizado”.
Navarro argumentó que, “de hecho durante la Revolución Francesa la Ley Le Chapellier derogó las asociaciones profesionales precisamente porque representaban un cartel, un monopolio que no permitía la competencia. En algo tenía razón Isaac Le Chapelier: hay que regular a los gremios”.
Finalmente el legislador indicó que, “es necesario tener claridad de que un pacto social de la salud pública no es para mantener las cosas como están o maquillarlas un poco, sino para refundar una nueva salud pública basada en los derechos de la ciudadanía y en la desmercantilización de la salud”.
Santiago de Chile, 21 de septiembre 2015
Crónica Digital