Casi nueve mil 500 personas mueren cada año en Londres debido a la exposición a largo plazo a la contaminación atmosférica, más del doble de lo calculado anteriormente, según una nueva investigación del King College de Londres.
Esas muertes prematuras se deben a dos principales contaminantes, partículas finas conocidas como PM2.5 y el gas tóxico dióxido de nitrógeno (NO2), en gran parte originado por automóviles diesel, camiones y autobuses, y afecta a la capacidad pulmonar y el crecimiento.
Investigaciones anteriores atribuyeron cuatro mil 267 muertes prematuras anuales debido a las partículas PM2.5 en 2008.
Londres, 15 de julio 2015
Crónica Digital / PL