El robot Philae, que permanece hoy situado en la superficie del cometa 67P, volvió a establecer comunicación con la Tierra, lo cual podría generar más datos sobre la formación del sistema solar.
La nueva señal fue transmitida por la sonda Rosetta, que escolta al cometa durante su ruta hacia el sol.
El 13 de junio, Philae emitió señales de reactivación tras siete meses de hibernación, según comunicó la Agencia Espacial Europea.
Su creciente exposición a los rayos solares posibilitó el despertar, aunque no será hasta el 16 de agosto cuando el cometa alcance su mayor cercanía y pase a 186 millones de kilómetros.
El pasado 12 de noviembre, Philae, transportado por la sonda Rosetta, logró aterrizar en la superficie del cometa, un acontecimiento considerado como el hito científico más importante de 2014.
La histórica misión europea pretende averiguar más sobre la formación del sistema solar hace cuatro mil 600 millones de años y asomarse al pasado más remoto del universo, explican expertos.
Piloteado por la Agencia, el robot-laboratorio demoró unas siete horas desde su desprendimiento de la sonda, hasta posarse exitosamente en la superficie rocosa del cometa 67P.
La nave fue lanzada el 2 de marzo de 2004 y recorrió seis mil 500 millones de kilómetros hasta cumplir su objetivo.
El 15 de noviembre de 2014, tras 57 horas de actividad, las baterías de Philae quedaron sin energía por falta de contacto con el Sol tras aterrizar en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, rebotar dos veces y acabar posado en una zona oscura, precisa la información divulgada.
Paris, 20 de junio 2015
Crónica Digital / PL