La economía chilena sufrió un recorte en sus previsiones de crecimiento en el mes de abril, con guarismos de 1,7 por ciento ligeramente superiores a marzo, según reveló hoy el Banco Central.
En todo caso, la cifra marca una ralentización del comportamiento económico del país, que en sus proyecciones fijó el incremento entre 2,2 y 2,6 por ciento para el período, entre otras cosas por la baja en el precio del cobre.
El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) del cuarto mes, volvió a encender las alarmas, y el potencial del PIB para este año fue reducido a un rango de entre un 2,25 y un 3,25 por ciento.
Según los expertos de la entidad bancaria, incidió el mayor valor agregado de los servicios, cuyo efecto fue contrarrestado en parte por una caída del comercio mayorista.
Además, una baja en la demanda interna y los efectos de las inundaciones en el norte del país.
“En el resultado incidió, principalmente, el mayor valor agregado de los servicios, efecto que fue en parte compensado por la caída del comercio mayorista”, dijo en un comunicado el Banco Central.
De todos modos, la economía chilena dio señales de recuperación este año, pero no ha podido sustraerte de un contexto internacional tenso y poco optimista.
Santiago de Chile, 5 de junio 2015
Crónica Digital / PL