La inusitada tormenta que afectó a la zona norte del país ha generado alta preocupación en la ciudadanía producto del estado en que se encuentran los tranques de relave que albergan los desechos tóxicos de la actividad minera, los que están presentes entre Antofagasta y Coquimbo.
En ese contexto los senadores Alejandro Navarro y Alejandro Guillier oficiaron al director del Instituto de Salud Pública Dr. Roberto Fábrega a fin de solicitar la realización de un estudio toxicológico con objeto de verificar los efectos ante los eventuales rebalses sufridos en los distintos relaves mineros ubicados en las zonas afectadas por el aluvión.
Navarro indicó “existe una creciente preocupación de los habitantes de las regiones afectadas por el desastre del norte, producto de la ausencia de datos oficiales que verifiquen o refuten la presencia de metales pesados tanto en el agua como en la tierra de las zonas pobladas”.
El legislador agregó que “en Copiapó, hay fuertes sospechas de la contaminación del agua con desechos mineros ya que el relave Sali Hochschild estaría contaminando los causes de las aguas que bajaron por las calles, según denuncias recogidas por la organización ciudadana relaves.org”.
El vicepresidente de la Cámara Alta añadió “el año 2012 advertimos a la Comisión de Medio Ambiente del Senado sobre la peligrosidad que conllevan los relaves mineros debido a la ausencia de medidas mitigadoras de sus efectos contaminantes y lo vulnerable de su construcción en base solo a arena compactada -tranques que por lo demás- no están preparados para recibir estas cantidades de aguas lluvias”.
Es por ello que a juicio de los senadores Navarro y Guillier “es necesario que el Instituto de Salud Pública devuelva la tranquilidad a los vecinos certificando que su salud no está en peligro. Recordemos que dentro de los tranques hay metales pesados altamente nocivos para la salud como arsénico, mercurio, plomo y cobre, los que pueden provocar graves consecuencias tanto a las personas como al medio ambiente”.
Además en el oficio, los parlamentarios solicitaron al ISP estudiar la situación que afecta a los habitantes que viven en los alrededores del Río Salado, cuyo desborde arrasó con el centro de Chañaral, el pueblo de Diego de Almagro y con el pueblo de El Salado, en la Región de Atacama. Esto con el objeto de contrarrestar la información entregada por Codelco que habría descartado el colapso del relave Pampa Austral.
Santiago de Chile, 30 de marzo 2015
Crónica Digital