El portavoz de la operación Tormenta Al-Hazm (Decisiva) contra Yemen, Ahmed bin Hasan Asiri, dio por cumplida la primera parte de esa misión militar, mientras hoy prosiguieron las incursiones aéreas sauditas sobre el vecino país.
Asiri, asesor del ministro de Defensa de Arabia Saudita, aseguró que tras la tercera jornada consecutiva de bombardeos a posiciones de los insurgentes del movimiento Ansar Allah se eliminaron todos los aviones en posesión de esa milicia chiita que tomó el poder en Sanaa meses atrás.
Según el brigadier general la aviación saudita, con apoyo de la emiratí y de otros estados árabes, atacó todas las baterías de misiles balísticos y destruyó gran parte de las mismas, aunque consideró muy probable que el mando enemigo yemenita haya ocultado buena cantidad de proyectiles.
Recalcó que desde el segundo día están controlados por completo los cielos de Yemen y que la primera parte de las metas trazadas -cumplida hasta anoche- incluyó desproveer a los rebeldes de cualquier avión de combate o de centro de comando y control en alguna base aérea o fuera de las mismas.
La aviación aliada golpeó plataformas de lanzamiento de misiles balísticos tierra-tierra, destruyendo la mayoría de ellos, así como unidades o concentraciones de combatientes, almacenes de municiones, equipamiento y suministros, indicó en el briefing con la prensa en la base aérea de Riad.
A la par de seguir el monitoreo para identificar otros objetivos militares de Ansar Allah, Asiri señaló que las fuerzas encabezadas por Arabia Saudita continúan las operaciones en la frontera sur de este país con Yemen para “barrer” a las milicias que se mueven hacia la ciudad de Adén.
El parte castrense añadió que fueron bombardeadas igualmente fortificaciones de los rebeldes que sirven de albergue a sus líderes o a personas afines a lo largo de la frontera binacional.
En sintonía con el anuncio hecho por el rey saudita, Salman bin Abdulaziz, en la cumbre árabe de Sharm El-Sheikh, Asiri reiteró la determinación de mantener las acciones militares en los próximos días hasta derrotar u obligar a la rendición a los opositores armados al presidente Abdo Rabbo Mansour Hadi.
Uno de los objetivos, puntualizó el oficial, fue bloquear el continuo movimiento de tropas, vehículos, equipamientos y suministros desde cualquier dirección, luego de haber demolido un edificio específico que ocultaba municiones, armas y equipamiento bélico.
Aunque opinó que la fortaleza de Ansar Allah se debilita “día tras día”, barajó la posibilidad de operaciones terrestres para repeler avances de los insurgentes hacia la frontera y comentó que el Ejército saudita evalúa la situación en el terreno mientras emplea artillería y aviación con efectividad.
Riad, 29 marzo 2015
Crónica Digital / PL