Si bien existe un amplio reconocimiento respecto del rol clave que cumplen las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en promover cambios para la profundización de la democracia, y ocuparse del interés colectivo, de la defensa de derechos y bienes comunes, de la justicia social y del desarrollo humano; Chile en la actualidad no cuenta con una política pública participativa de desarrollo y fortalecimiento del sector.
Es en este contexto, y en el entendido que el financiamiento de la democracia no puede estar solo reducida al financiamiento de los partidos políticos, que la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales, ACCIÓN, la Red de Voluntarios de Chile y el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, CESOP, de la Universidad Central, lanzaron la campaña “Sociedad Civil, Sustento para la Democracia”.
Ésta busca la adhesión de un gran número de organizaciones para demandar en conjunto que se avance hacia propuestas que garanticen que el conjunto de las fuentes de financiamiento se integren y coordinen; privilegiar el aporte basal a aquellas instituciones que contribuyen a la provisión, protección y defensa de bienes públicos; revisar urgentemente la Ley de Donaciones Sociales- para democratizar, trasparentar y proteger el uso del recurso público que está involucrado por medio de las exenciones tributarias-; asegurar que el presupuesto global destinado al fortalecimiento de las OSC sea sistemático y no condicionado; implementar mecanismos de financiamiento descentralizados; y destinar recursos para educar a la ciudadanía en políticas de participación.
La campaña surge en el marco del proyecto “Mecanismos innovadores de sustentabilidad para garantizar la actoría social y política de las Organizaciones de la Sociedad Civil en el desarrollo del país”, desarrollado por ACCIÓN, la Red de Voluntarios de Chile y el CESOP, con apoyo de la Unión Europea.
Un estudio desarrollado en el marco de este proyecto reveló que la asignación de recursos públicos a las OSC se da en un 98% por subvenciones y subsidios directos, y sólo un 2% por fondos concursables, destinados principalmente a proyectos de corta duración, la mayoría de ellos entre 6 meses y 1 año, lo cual dificulta la realización de estrategias de desarrollo a largo plazo. Además, las temáticas de asignación están determinadas por el donante o el Gobierno de turno, lo cual limita la necesaria autonomía de las OSC en el campo de acción que les es propio.
Por otro lado, las donaciones de privados ascienden a más de 7 mil millones de pesos en seis años, y sus principales receptoras son grandes fundaciones ligadas a los gremios empresariales, corporaciones ligadas a los gobiernos municipales y entidades vinculadas a la Iglesia Católica.
Santiago de Chile, 23 de marzo 2015
Crónica Digital