El economista de la Universidad de Santiago de Chile, Gonzalo Martner, timonel del PS entre los años 2003-2005, sostiene que pese a la renuncia, el daño provocado por Sebastián Dávalos al Gobierno es “evidente”, no obstante, su salida presiona al presidente de la UDI, Ernesto Silva, relacionado con el caso Penta y quien aún no abandona su cargo.
“Este penoso episodio nunca debiera haberse producido”, reflexiona el analista político y académico de Universidad de Santiago de Chile, Dr. Gonzalo Martner tras conocer la noticia de la renuncia del hijo de la presidenta Bachelet, Sebastián Dávalos debido a su participación en la compra y venta de terrenos por parte de la sociedad Caval, perteneciente a su esposa.
El académico, quien fuera un actor protagónico en la conducción del PS –ya fuere como Secretario General (1994-1998) o Presidente (2003-2005), – argumenta que el capítulo de Caval, se podría haber evitado “si se hubieran aplicado los principios republicanos, que suponen que nadie debe ocupar un cargo público por parentesco con el gobernante”.
Martner acota que “la institución de la presidencia en Chile arrastra una anomalía que debe terminar de raíz, sobre la base de trasladar las fundaciones sociales a los ministerios respectivos”. El director del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la U. de Santiago, es enfático en señalar que “el cargo que ocupaba el Señor Dávalos, debería suprimirse”.
El investigador, quien durante los gobiernos concertacionistas colaborara en diversos cargos en La Moneda, siendo destinado incluso al ejercicio diplomático por la Presidenta Michelle Bachelet como Embajador de Chile en España (2008), supone que pasado el trago amargo para la Nueva Mayoría, en términos de imagen y percepción de la ciudadanía, el paso siguiente debería darlo la oposición.
“El daño provocado a la presidenta y a su coalición de gobierno es evidente, aunque ahora le pone la tarea todavía más difícil al presidente de la UDI, Ernesto Silva, quien pese a estar vinculado directamente al grupo Penta y su acciones de tráfico de influencia y actividades ilegales de financiamiento de la política, se niega a dejar el cargo”, concluye el académico.
Según antecedentes biográficos, a Martner le correspondió contribuir a restablecer la unidad de la Concertación en torno al gobierno de Lagos, codirigir la exitosa campaña municipal de 2004, apoyar la iniciativa del royalty minero, la defensa de los derechos laborales y los avances en justicia, verdad y reparación en materia de derechos humanos, así como reactualizar la plataforma programática de los socialistas chilenos alrededor de la construcción de un Estado democrático y social de derecho.
Por Sandra Gómez
Santiago de Chile, 16 de febrero 2015
Crónica Digital