Bien puesto tiene el nombre el guatemalteco volcán de Fuego, pues las llamas, semejantes a las del infierno imaginado por los humanos, salieron recientemente a borbotones de la gigantesca caldera, al compás de ensordecedores estruendos.
Ante la situación, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) decretó la alerta anaranjada institucional (peligro).
Mientras tanto, ciudadanos e instituciones compartían por las redes sociales mensajes e imágenes de personas con mascarillas, autos cubiertos de ceniza y del coloso en plena erupción el pasado fin de semana.
El edificio volcánico registró moderados y fuertes flujos piroclásticos, nubes ardientes con material volcánico pulverizado a altas temperaturas, indicó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Aunque afortunadamente no hubo víctimas que lamentar, la ceniza del volcán de Fuego, ubicado a 50 kilómetros al suroeste de aquí, llegó hasta el capitalino aeropuerto internacional La Aurora, donde se cancelaron 115 vuelos, entre nacionales e internacionales.
Seis mil pasajeros fueron afectados con la suspensión de operaciones aéreas debido a que las partículas volcánicas cubrieron la pista de aterrizaje y despegue, de tres kilómetros de largo por cien metros de ancho, cuya limpieza demandó 50 mil galones de agua.
Las columnas de partículas pulverizadas alcanzaron una altura aproximada de cinco mil 500 metros sobre el nivel del mar, mientras la erupción fue acompañada de retumbos y ondas de sonidos de locomotora en forma continua, precisó el Insivumeh.
“No se trata de un fenómeno natural de la gravedad del ocurrido en 2010, con la erupción del volcán de Pacaya (mucho más próximo a esta capital) y que cubrió de ceniza la Ciudad de Guatemala y otros departamentos”, afirmó el presidente Otto Pérez Molina.
El mandatario aseguró que no se tuvieron reportes de víctimas, y en ese sentido se refirió a que quedaron fuera de peligro 13 montañistas que se habrían extraviado en una expedición en el volcán Acatenango, próximo al de Fuego.
El Ministerio de Educación (Mineduc) suspendió las clases en escuelas de las comunidades más impactadas en los centrales departamentos de Sacatepéquez y Chimaltenango por la caída de ceniza del volcán de Fuego.
El Mineduc canceló la actividad escolar en nueve planteles de San Juan Alotenango, Sacatepéquez, así como en los centros educativos del municipio de Yepocapa y la aldea San José Calderas, en Chimaltenango.
Miembros de la Conred -junto a la Policía Nacional Civil, el Ejército de Guatemala y la municipalidad de Alotenango- evaluaron los posibles daños materiales y a la salud de los pobladores de comunidades aledañas al volcán.
Al menos 10 mil ciudadanos fueron evacuados en septiembre de 2012 por autoridades guatemaltecas, como consecuencia de la expulsión de lava del Fuego, uno de los más activos de esta nación.
Esa montaña es una de las 324 estructuras identificadas como de origen volcánico en Guatemala, según el estatal Insivumeh.
De ese total, 11 volcanes guatemaltecos clasifican como activos, de los cuales Santiaguito, Pacaya y el de Fuego han registrado expulsiones de magma en la última década.
Por Randy Saborit Mora
Guatemala, 11 de febrero 2015
Crónica Digital / PL