Tras la reunión entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente estadounidense, Barack Obama, la diplomacia parece hoy la apuesta para solucionar el conflicto en Ucrania, aunque la Casa Blanca todavía baraja sus cartas.
Ambos mandatarios dieron crédito a las gestiones diplomáticas encabezadas por Merkel y el mandatario francés, Francois Hollande, que pudieran conducir esta semana a un encuentro en Minsk entre estos últimos y los presidentes de Ucrania, Petro Poroshenko, y Rusia, Vladimir Putin.
De cualquier manera, Obama advirtió este lunes que está “considerando la hipótesis de proveer armas a Ucrania si la solución diplomática fracasa”.
Sin embargo, no fijó un plazo para trascender la ayuda no letal a Kiev y dar luz verde a las medidas adicionales -por las que abogan congresistas norteamericanos y hasta el nominado a jefe del Pentágono, Ashton Carter- supuestamente dirigidas a ayudar a Ucrania en el reforzamiento de su defensa.
A su vez, Merkel señaló que no apoya una solución militar al conflicto en que se enfrentan fuerzas militares del gobierno conducido por Poroshenko y milicias separatistas que defienden la proclamada independencia de Donetsk y Lugansk, región del Donbass (este).
“No veo una solución militar a este conflicto”, dijo Merkel, quien defendió el “principio de la integridad territorial” como clave para “mantener el orden y la paz en Europa”.
Según analistas, Merkel estaría preocupada por el impacto de la crisis para las relaciones comerciales con Rusia y en un sentido más amplio por la estabilidad de toda la región.
La gobernante alemana regresará al Viejo Continente -luego de reunirse en Ottawa con el primer ministro de Canadá, Stephen Harper- para continuar sus gestiones diplomáticas, amenazadas por quienes desde Washington se inclinan por armar a Kiev. En la línea de Obama, el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, subrayó el fin de semana que Ucrania “tiene derecho a defenderse” y renovó acusaciones contra Rusia, que a su vez rechaza la intromisión de Occidente en los asuntos internos del país vecino y denuncia la intención de la OTAN de cercar sus fronteras.
Incluso la revista Forbes comentó la víspera que el posible envío de armas estadounidenses a Ucrania podría desatar una nueva guerra en Europa, que costaría miles de vidas humanas.
A estas alturas, las partes cifran sus esperanzas en el encuentro -en el formato de Normandía- entre los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
Crónica Digital, 20 de Febrero 2015