Tal vez nadie pensó que desde que Fulgencio batista derrocara mediante un golpe de Estado al Gobierno de Carlos Prio en marzo de 1952, comenzaría un largo proceso de lucha revolucionaria en contra de Batista que parte con el ataque al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, al mando de Fidel Castro y unos 80 combatientes revolucionarios, en esa oportunidad Castro y 27 de sus seguidores fueron a prisión.
En 1955 Castro queda libre y se va a México a organizar una expedición armada a Cuba. Allí en Ciudad de México conoce a Ernesto Che Guevara, quien venía de ser expulsado de Guatemala tras oponerse a la invasión de Fuerzas Mercenarias respaldadas por la CIA en dicho país.
Y Después de mucho andar el 1 de enero de 1959, Batista huye de Cuba y deja a una Junta Militar al mando de la nación, Castro se opone a dicha Junta y llama a un huelga general, mientras que las columnas rebeldes encabezadas por el Che Guevara y Camilo Cienfuegos llegan a La Habana y se toman los diferentes cuarteles, a la espera de Fidel que venía de Santiago de Cuba.
La Revolución había ganado y comenzaría un cambio profundo en la isla, pero esta vez no con la ayuda de EE.UU como la había hecho con Batista. En enero de 1960 es aprobado un programa de combinación de acciones de espionaje, infiltración de fuerzas paramilitares, guerra sicológica, bloqueo económico y sanciones diplomáticas por parte de los EE.UU. y un año después el 3 de enero de 1961 rompen definitivamente relaciones diplomáticas con Cuba, y anuncian la realización de maniobras militares cerca de la isla.
Por más de cincuenta años el bloqueo y el incesante hostigamiento y crítica al sistema cubano, por parte de los norteamericanos, no cesó y cada cubano que pisaba Miami era un triunfo para Washington, pero el mundo quedó impactado el pasado 17 de diciembre cuando Barak Obama y Raúl Castro conversaron dando inicio a un nuevo proceso que incluye primeramente el establecimiento de relaciones diplomáticas y el eminente desbloqueo para Cuba. Desde este momento se ha especulado mucho con respecto a cuales serían los cambios fundamentales para la isla, mientras EE.UU hace un par de días, dio flexibilidad a los norteamericanos para poder viajar a Cuba y reactivar el comercio.
Aquí en la Habana, a través del diario oficial Granma, el gobierno de Castro ha señalado que las medidas de EE. UU van en la dirección correcta -pero que falta mucho por desbloquear-, además Castro anunció el término del peso convertible, que es el que usa el turista en la isla, por tanto, habrá una sola moneda. Será este el inicio de una ¿Evolución de la Revolución?, como sea y por lo menos en la Habana ya nadie habla de Revolución, no se ven niños pidiendo en las calles ni viejitos curaditos como en Santiago de Chile. Las calles son muy limpias y sin graffitis en sus murallas. Acá tratan de ganar algún peso acompañando al turista, guiándolo, sugiriéndole un restaurant o los llamados “paladares”, que son casas que sus dueños fueron autorizados por el Estado para mantener un restaurant. Los más pillos te embaucan rápidamente vendiéndote puros Cohiba falsificados.
Por lo visto hay dos mundos: los que viven del turismo y los que son empleados común y corriente. Los primeros van a depender si trabajan como mozos, meseros, mucamas etc. ya que aumentan considerablemente sus ingresos con las propinas. En cambio los segundos no tienen muchas opciones y son los que viven con 30 0 40 dólares mensuales unos $18.000 o $25.000 pesos chilenos. Pero también están los que desarrollan actividades independientes, como es el que es dueño de un auto o bicicleta con acoplado para trasladar a dos personas y que cancelan un impuesto al Estado para trabajar como taxista. Es normal que prácticamente todas las personas vinculadas al turismo hablen al menos dos idiomas.
La ciudad de la Habana es realmente hermosa y entretenida, pero deteriorada por el tiempo, falta lo que diríamos en Chile “una manito de gato”. La ciudad antigua llamada la Habana Vieja. Fue fundada en 1519 por los españoles, con dos millones de habitantes conserva en su antiguo centro monumentos de estilo neoclásico y barroco. Sus edificios bajos con balcones, mucho hierro forjado, miles de patios en sus interiores y murallas y ventanales de arcos. Ha sido objeto de una profunda restauración desde 1990 y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.
Aparentemente la ciudad en general es segura y es común un paseo de día y también de noche por el Malecón, que es una muralla de 8 kilómetros, que se extiende sobre la costa norte de la Habana, donde chocan las olas y hay un gran paseo con monumentos. Aquí por las noches se juntan los jóvenes cubanos a beber un trago y a pololear.
En las calles no se ven militares salvo en la Plaza de la Revolución, donde luego de un rato se ponen nerviosos y comienzan a controlar la circulación de los transportes turísticos que llegan a un costado de la plaza. En algunas partes específicas hay policías de punto fijo, como en la plaza de la heladería a Coppelia, donde siempre hay fila para entrar y a los extranjeros o turistas los dejan pasar sin hacer la fila.
En Cuba hay una canasta familiar que entrega el Estado, la que hace que nadie se muera de hambre, pero según dicen -todos los cubanos con los que hable- es insuficiente y a veces muy dispareja por la falta de algunos productos esenciales como la leche. Apropósito de esto una cubana de color y embarazada se acercó y nos hizo unos regalos, al momento de ofrecerle una propina, me pidió que si le podía comprar un kilo de leche, para su bebe que estaba en casa, pero mi sorpresa fue total cuando fui a pagar los dos kilos que le ofrecí a la mujer y la cuenta salió 26 pesos, es decir, $8.970 pesos por kilo.
Sentimientos encontrados, ¿qué es mejor?, educar a un pueblo y preocuparse de que nadie se muera de hambre ni por falta de atención médica, pero privarlo de tecnología, mantenerlo con un sueldo que bordea lo absurdo y que no te da ninguna posibilidad de ahorro. O un sistema de liberalismo económico como el nuestro, en el que sí se muere gente por falta de salud y para que hablar de la cantidad de mendigos que duermen en las calles de Santiago y que amanecen muertos. En definitiva en Cuba no hay más pobreza que en otros países de América del Sur. Tienen muchas carencias y lo que más reclaman es el poco poder adquisitivo.
El cubano en general se ve feliz y el taxista de la bicicleta con acoplado encoje sus hombros, se ríe y dice: “Es que no nos queda otra chico”. Mientras que otro taxista, que es dueño de su descapotable de los años 50, nos aclara que a él le va muy bien y que nunca ha pensado en abandonar la isla.
Los automóviles, yo diría que aproximadamente un 40% corresponden a una gama de autos de los años 50 y 60, que están impresionantemente bien conservados y con sus motores adaptados, el otro 60% de vehículos son más modernos predominando el Hyundai accent. Los transfer y buses turísticos son totalmente nuevos y equipados con aire acondicionado, sistema de audio y pantalla con reproductor dvd, nada que envidiar a nuestros buses inter urbanos.
Entre tanto, los cubanos miran con mucha cautela el acercamiento de los EE.UU, pero al parecer esto ya no tiene retroceso y es así como esta semana se reunieron por dos días las delegaciones de Cuba y EE.UU. las que abordaron temas como la emigración ilegal y el pronto restablecimiento de relaciones diplomáticas. También el gobierno cubano a partir de ayer puso en vigencia un serie de normativas jurídicas, todas estas se relacionan con el proceso de apertura a capitales extranjeros y de acuerdo a las autoridades cubanas, el mayor obstáculo del acercamiento entre ambos países, es el bloqueo económico comercial y financiero que Washington mantiene contra Cuba.
Y Silvio Rodríquez de alguna manera tiene razón cuando dice: “Que fronteras debo respetar, si alguien roba comida y después da la vida, qué hacer, hasta dónde debemos practicar las verdades”. 0 “Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo”.
Por Miguel Alvarado Natali, desde La Habana.
Crónica Digital, 24 de enero 2015
Miguel,, un país tan hermoso y de gente educada y cariñosa no merece pasar estas miserias humanas, a punto a parte es la libertad de expresión, en ninguna parte del mundo ha resultado el comunismo, ni siquiera en la Alemania, pero esperamos que esto cambie y Cuba tenga un gobierno más justo, digno y humano…es mi humilde opinión, un abrazo y felicitaciones compañero