Un edificio empleado por el Ejército egipcio para vigilar a los grupos islamistas en el Sinaí, noreste, fue bombardeado hoy sin causar bajas, pues estaba vacío en el momento del ataque, dijeron fuentes de seguridad.
En un hecho separado, fuentes de la Policía reportaron el hallazgo de los cadáveres decapitados de dos hombres cerca de la ciudad de Sheikh Zuweid, donde en octubre pasado ocurrieron sendos ataques contra una base militar y un puesto policial que causaron 32 muertos.
Tras ambas acciones, el Gobierno egipcio creo una franja de seguridad de un kilómetro de ancho y 14 de largo en la desértica península en la cual rige además un toque de queda de 11 horas, que debe expirar a fines de este mes.
A mediados de esta semana en la misma zona fueron encontrados otros dos cuerpos de hombres que fueron muertos a balazos, según el examen pericial, uno de ellos integrante de una importante tribu beduina.
Las ejecuciones sumarias por decapitación o a tiros llevan el sello de Estado Islámico, el movimiento que ocupa zonas en Siria e Iraq, está implantado en Túnez y Libia y al que adhirió en fecha reciente Ansar Beit Al Maqdis, el más activo de los grupos insurgentes que opera en el Sinaí.
El Ejército egipcio ha despachado al Sinaí refuerzos de elite para contener a grupos armados islamistas que actúan en la zona hace años, pero incrementaron sus acciones tras el derrocamiento en 2013 del ex presidente Mohamed Morsi, miembro de la cúpula de la ahora proscrita Hermandad Musulmana.
El Cairo, 11 de enero 2015
Crónica Digital / PL