Bolivia reporta hoy al menos siete mil 870 familias damnificadas, dos muertos, varios ríos desbordados y carreteras incomunicadas en cinco departamentos, como consecuencia de intensas lluvias en los últimos días. Según el viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera, también hay cuatro mil 600 hectáreas de cultivos dañadas por las precipitaciones y granizadas en municipios de Potosí, Chuquisaca, La Paz, Santa Cruz, Beni y Cochabamba.
Las cuatro últimas regiones concentran las mayores afectaciones e incluso declararon la alerta naranja por la crecida de varios ríos y las consecuentes inundaciones.
Cáceres recordó que los meses de enero y febrero son considerados de alto riesgo porque incrementa la caída de aguaceros en el país.
El Gobierno envió maquinaria pesada a muchas carreteras de La Paz, Santa Cruz y Beni para remover la tierra y piedra arrojadas por los deslaves. Además, destinó 20 millones de bolivianos (casi tres millones de dólares) para atender a los damnificados.
La anterior temporada lluviosa dejó en Bolivia un saldo de al menos 60 muertos, 60 mil familias afectadas y significativas pérdidas en la agricultura, ganadería e infraestructura del país.
Crónica Digital, 6 de Enero 2015