La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ratificó hoy su confianza en la jefa de Petrobras, Graza Foster, al descartar cualquier implicación de esta persona en el escándalo de corrupción en esa compañía estatal.
No tengo evidencia de falta de credibilidad en Foster, subrayó Rousseff al recalcar que no hay pruebas formales contra ella, ni cederá a las presiones de sectores de derecha interesados en esa destitución.
“Graza (Foster) es una persona con ética; me dijo que si toda esta situación perjudicaba a Petrobras, ella colocaba su cargo a disposición sin problemas”, destacó la mandataria en un encuentro con periodistas del Palacio de Planalto (sede de la Presidencia).
Tras reconocer la existencia de un escenario muy difícil en la petrolera, corroboró que mantendrá a la presidenta en ese cargo para garantizar la continuación del proceso de investigación en dicha entidad, la más importante de Brasil.
La jefa de Estado anunció también que no cambiará a la directiva de Petrobras, pero si al Consejo de Administración de esa empresa, integrado además por ministros y funcionarios del gobierno federal, a partir de enero cuando asuma su segundo mandato al frente de esta nación.
Al referirse al esquema de corrupción en la petrolera, que involucra a 39 personas, entre exdirectivos de esa compañía y altos ejecutivos de constructoras brasileñas, manifestó que aun es imposible saber cuál fue el volumen de dinero desviado de manera ilícita de Petrobras.
Calificó asimismo de absurdos los montos de coimas atribuidos a algunos implicados y aseveró que el gobierno trabaja para frenar la caída de la nota crediticia de Petrobras.
La situación se torna muy compleja, debido también al descenso en casi un 50 por ciento del precio internacional del barril del crudo, pero la producción de la compañía es elevada y la situación mejorará, concluyó.
Prensa Latina
Crónica Digital, 22 de diciembre 2014