Un misil balístico intercontinental disparado desde el mar de Barents por el submarino atómico Alexandr Nevski impactó en el blanco previsto en Kura, península de Kamchatka, a miles de kilómetro confirmó hoy una fuente oficial.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, informó que el proyectil fue lanzado por la nave en estado de inmersión y siguió la trayectoria prevista hasta el objetivo.
Los Bulava son la versión naval de los cohetes intercontinentales basados en silos Topol-M y constituyen el arma principal de los más poderosos sumergibles rusos por su capacidad de portar 16 de estos proyectiles diseñados para vencer cualquier escudo antimisil, según la fuente.
En septiembre de 2013, un cohete estratégico de este tipo lanzado por el “Alexandr Nevski” desde el mar Blanco perdió la trayectoria prevista hacia Kura y cayó al agua por un fallo del sistema de a bordo.
Ante tal inconveniente, el titular de Defensa, Serguei Shoigu, ordenó la realización de cinco lanzamientos adicionales de este cohete.
El almirante Víctor Chirkov, jefe de la Armada rusa, confirmó recientemente que ese cuerpo militar realizaría en octubre y en noviembre otros dos disparos del nuevo cohete intercontinental emplazado en submarino del proyecto denominado 955 Borei.
Como parte del programa de modernización de sus Fuerzas Armadas, Rusia prevé tener en disposición combativa hacia 2020 ocho sumergibles de este tipo, cuya eslora es de 170 metros, desplazan 24 mil toneladas y pueden portar hasta 16 cohetes intercontinentales Bulava.
Estos proyectiles (SS-NX-30 según la OTAN) son invulnerables a cualquier sistema moderno de defensa antimisil según el Instituto Termotécnico de Moscú, donde fue creado
Su novedad consiste no solo en su combustible sólido, sino en que la ojiva atómica es un vehículo de reentrada múltiple independiente, lo cual le permite realizar maniobras evasivas en su avance hacia el objetivo, indica la fuente. Puede eludir cualquier fase del interceptor terminal, lleva contramedidas como decodificadores, y su cabeza atómica está provista de escudos contra radiaciones, interferencia electromagnética y alteración física, agregan los creadores.
Sus antecesores podían ser detonados a 10 kilómetros del blanco, pero la variante actual imposibilita la maniobra de intercepción, incluida la evasión de un disparo láser, añaden.
Al emplear combustible sólido, puede mantenerse en alertas prolongadas y ser disparado en minutos, lo cual representa para Moscú un medio capaz de dar respuesta inmediata a posibles amenazas.
Rusia mira con preocupación la expansión de la OTAN hacia el este, cuyos efectivos ya están emplazados de manera permanente en países de fronteras colindantes como Estonia, Letonia y Lituania, situación que no existió ni en los peores tiempos de la Guerra Fría.
Moscú, 29 de noviembre 2014
Crónica Digital / PL