El Informe 2014 sobre Derechos Humanos en Chile de la Universidad Diego Portales, dedico este año una de sus líneas de trabajo a la situación de los trabajadores en Chile, concluyendo su situación como deplorable. La Presidenta de la CUT junto al sacerdote Felipe Berrios y la Ministra del Trabajo comentaron el informe en su lanzamiento.
En la ceremonia de lanzamiento del Informe Anual sobre Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, UDP, el centro de estudios invito a comentar los resultados a la Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa; la Ministra de Trabajo, Javiera Blanco, y el sacerdote jesuita Felipe Berrios.
El Decano de la UDP, Juan Enrique Vargas, expresó que el informe “es un texto incomodo y eso no es por azar, sino que esa es su función: incomodar a las autoridades, al parlamento, a la academia, a la sociedad”
En tanto, Tomás Vial, Editor General del Informe, explicó que el objetivo de este es “informar y analizar aspectos de la vida social que consideramos de gravedad”. Así, este año el informe se centra en tres ámbitos: derechos de trabajadores, derechos de indígenas y derechos de niños, niñas y jóvenes.
El sacerdote Felipe Berrios realizó un análisis general del informe, centrándose principalmente en las condiciones carcelarias y derechos indígenas, pero principalmente en los aspectos “políticos” y sobre la necesidad de la reforma educacional para enfrentar de fondo el problema de la vulneración de los derechos humanos en nuestro país.
“No podemos decir que apoyamos los derechos humanos en Chile, si no apoyamos la reforma educacional, pues esta es un cambio cultural que necesitamos para respetar los derechos humanos, para sentirnos humanos” afirmó Berrios y afirmó: “siento vergüenza de la tibieza de la Iglesia Católica frente a la reforma”
Destacó el sacerdote jesuita que “cuando se establecieron los derechos humanos todos hicimos un acuerdo sobre que hay derechos que pertenecen a la persona, derechos que nos hacen humanos”
“Cómo podemos explicar que por ejemplo el fin de la selección y la segmentación, tiene que ver con que los niños y niñas se junten con católicos, cristianos, no creyentes, extranjeros, indígenas, que queremos que los niños se mezclen para que sean más inteligentes” agregóBerrios.
Por su parte, la Ministra de Trabajo, Javiera Blanco, centro su intervención en el capítulo del informe que detalla la situación de las trabajadoras de casa particular, destacando la lucha por años de las trabajadoras por lograr derechos.
“Se debe avanzar en modificar las normas, como en el caso de las trabajadoras de casa particular, pero también de las manipuladoras de alimentos, de los ferroviarios, etc, pero todo eso debe venir acompañado de un cambio cultural que respete esos derechos” concretóBlanco.
La ministra expresó que “hay un lugar donde la desigualdad se expresa fuerte y ese es el mundo laboral, cuyas desigualdades generan malas condiciones de vida para muchas personas”
Finalmente, la Presidenta de la CUT se refirió en particular al capítulo sobre el derecho a huelga en nuestro país, afirmando que “no sólo es desoladora la situación de los trabajadores y trabajadoras, sino que debería darnos vergüenza, pues es increíble que un actor que es motor de desarrollo de la sociedad sea mirado con tanto desprecio”
“Si bien es cierto que la norma no asegura el cambio cultural, si es cierto que la norma ayuda a apurar ese cambio subjetivo que es necesario” expresó Figueroa y agregó “el debate de reforma laboral no pasa solo por voluntad política, sino que tiene que ver con que un conjunto de muchos actores se sumen a esta demanda, que es buena para el sindicalismo, pero además para Chile”
“Agradezco que se valore el rol del movimiento sindical, para hablar no solo de los temas que son de giro propio, lo que ha hecho la CUT es relevar y dar prestancia a un mundo sindical que se pone a disposición de los desafíos país” afirmó Figueroa.
Destacó que “aún en Chile hay trabajadores que para la legislación no existen, ya sea por omisión o por negación de derechos, como por ejemplo los temporeros, el área de la construcción o la pesca que no tiene consagrado el derecho a organización, o por ejemplo el caso del trabajo doméstico”
“Este debate no es solo laboral, sino que de dignidad, cuando decimos que lo que hay que construir en chile es un nuevo trato con los trabajadores, lo que estamos diciendo es que el trabajador no es un costo más de la producción, no solo es parte de la cadena productiva y se le agrega un valor, pero lamentablemente es concebido así por gran parte de los empleadores” concretó Figueroa.
Afirmó entonces que “cuando consideras al trabajador como un costo de producción, obviamente que no le concibes ningún derecho, porque no lo consideras como un sujeto, sino que como la propia ley lo hace, sobre la base de las fallas que tiene nuestra legislación laboral, se le concibe como un esclavo”
“Si no hacemos cambios profundos seguiremos teniendo al trabajador en estas precarias condiciones, y eso no solo no podemos permitir, porque el movimiento sindical puede ser un tremendo aporte en los procesos transformadores que estamos transitando” finalizó Figueroa.
Santiago de Chile, 3o de octubre 2014
Crónica Digital
Es importante q personas de iglesia se comprometan con los derechos laborales para q los cristianos nos hagamos cargo de esta verdad