Cuba y Brasil llevan una extensa colaboración en el ámbito de la biotecnología que incluye el desarrollo y comercialización de productos y programas de transferencia tecnológica, indicó hoy una experta.
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Patricia Paredes, gerente científica de CIMAB S.A, comercializadora del Centro de Inmunología Molecular (CIM), explicó sobre la experiencia binacional que existe con la eritropoyetina recombinante humana para tratamiento de la anemia que acompaña a la enfermedad renal crónica (ERC).
El centro cuenta con una planta dedicada a la obtención del biopreparado de formulación nacional, que cubre todas las necesidades del sistema cubano de salud y del sistema único de salud de Brasil, explicó la experta en conversación con la prensa durante un taller que sobre el tema sesiona en La Habana.
La colaboración con Brasil está enmarcada en un proyecto de transferencia tecnológica en el cual se trabaja desde hace varios años, y algunas fases del proceso productivo se efectúan en esa nación, expresó Paredes.
Indicó que en los próximos meses la producción de eritropoyetina, considerado el mayor avance en la atención de pacientes renales crónicos, deberá llevarse de manera independiente en el país sudamericano en una fábrica construida al efecto, que se encuentra en fase de puesta en marcha.
El fármaco introducido en la práctica médica cubana hace 15 años, ha recibido más de 50 registros sanitarios y aprobado en unos 25 países. Además se exporta a Viet Nam, la India y naciones de América Latina, aseveró.
Por otra parte, Paredes manifestó que el CIM trabaja de conjunto con varias empresas brasileñas en el estudio de compuestos destinados a la terapia del cáncer.
Señaló que entre ellos destaca el Nimotuzumab, un anticuerpo monoclonal humanizado elaborado por el CIM, el cual pasó registro en el país sudamericano para uso en pacientes pediátricos con gliomas cerebrales. También concluyó un ensayo clínico fase II con este anticuerpo para cáncer de esófago avanzado.
Comentó, además, que se lleva a cabo una investigación multinacional con una vacuna terapéutica para tumores malignos -Racotumomab-, y se hacen trámites para presentar registro sanitario de otra vacuna, también para cáncer, conocida como CIMAVax-EGF (las dos desarrolladas en el CIM).
Esas dos vacunas forman parte de una cartera de fármacos que se dividen en los llamados de soporte, que son los que buscan disminuir los efectos nocivos de la radio y quimioterapia, y los específicos dirigidos a blancos tumorales, que son los que tienen una mayor respuesta antitumoral, destacó.
La Habana, 14 de octubre 2014
Crónica Digital/ PL
